miércoles, 6 de junio de 2007

Proclama para la Nueva América (Excluye Guyanas)


Si bien el hado propicio coronó nuestros votos y anhelo en la copia feliz del Edén, están indignados tus hijos del yugo que te impuso la ibérica audacia. Hoy, que el progreso acaricia tus lares al compás de una sublime canción, se sabe que ni opresores ni siervos alientan donde reinen unión e igualdad; ese será el voto que el alma pronuncia y que heroicos sabremos cumplir, porque la libertad derrama las auroras de su invencible luz sin olvidar el estruendo de roncas cadenas que escucharon tres siglos de horror. Más si osara un extraño enemigo profanar con sus plantas tu suelo, verás a tu pueblo valiente y viril la tosca herramienta en arma trocar. La grandeza se anida en sus pechos, a su marcha todo hacen temblar, y desde el Empireo del Supremo Autor, o sol da liberdade, em raios fúlgidos brilhou no céu da Pátria. Ojalá que ni haya esclavos que llaman el yugo ni tiranos que escupan tu faz, ahora que en tu suelo ya no ruge la voz del cañón. Porque fue obtenerla su eterno problema y conservarla es su gloria mayor, por eso, bajo un lampo de cielo por un bloque de nieve cruzado, ya no quieran con cadenas vivir.

Guayaquil, 26 de julio de 1822

Letra chica: los abajo firmantes no se hacen responsables de las tropelías y desatinos que puedieran emprender los representantes de las generaciones futuras en el ejercicio del poder sobre las naciones americanas. Si acaso aquellos que carguen con los destinos de la nación y velen por la justicia no honrasen el desempeño que la patria les haya encomendado, serán los ciudadanos libres del mundo quienes impugnarán sus mandatos con la soberanía de sus tarjetas de crédito. Los abajo firmantes tampoco se hacen responsables de los golpes de estado, conspiraciones y genocidios que pudieran llegar a acometer los altos mandos militares en cruzadas mesiánicas que, alimentadas por la febril combustión de espaldarazos oligárquicos, quisieran en nombre de la patria secuestrar intereses populares irrenunciables. En caso de ocurrir, habrá volver al arte de la guerra civil sin caer en la tentación de bolchevismos doctrinarios. La realización de los pueblos dependerá exclusivamente de los pueblos, y aunque los abajo firmantes han hecho grandes sacrificios por el futuro de estas jóvenes naciones que al mundo despuntan hoy, es hora de unas merecidas vacaciones en el exilio.

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