miércoles, 4 de julio de 2007

El Fri Spich se la banca (I)

Hay quienes sostienen que, a la luz de las antológicas pelotudeces que suele decir la gente, habría que cobrar por hablar.

Pues bien, condeno tal premisa, la cual no cabe otra que asociar al facismo más reconcentrado: todos los pelotudos del planeta tienen (tenemos) derecho a expresarse (expresarnos) y a decir lo suyo (nuestro). ¿Qué sería del mundo sin esas maravillosas líneas de fuga que tan sólo la pelotudez genuina es capaz de trazar? El status-quo de la "alta" cultura llama "pelotudez" (que además es una mala palabra, no se perdieron ese detalle tampoco) a cualquier tangente imprevista por sus dogmas, capaz de amenazar su división de los minifundios en esta vida corriente y anunciada en la que, salvo que tengas plata para viajar a Bután (o algún país así, y yo no la tengo), no pasa nunca nada interesante. La cultura de la pelotudez es la que llena nuestros vacíos, amigos. Admitámoslo de una vez (Y si no me creen siéntense a ver un noticiero la hora entera que dura) y dejemos de izar nuestras narices como elitistas a bordo del Titanic ya hundido. Abracemos la pelotudez incondicionalmente, aceptémosla como el bálsamo que reporta a nuestras caídas permanentes. No nos creamos que somos re-cultos y re-inteligentes por escribir en un blog, entender a Syd Barrett o discutir a Kant. Asumamos de una buena vez que la gracia de la vida está en lo deficiente, en lo grotesco, en lo marginal, en lo que siempre está "por fuera". En homenaje a todos los pelotudos y pelotudas locales y de ultramar, reservo este espacio del blog a homenajear las más excelsas pelotudeces que aparecen en internet (el medio de comunicación que le dio a la pelotudez la hegemonía total, por fin), sobre todo en foros, sitios de opinión y esos mails que circulan con presentaciones de powerpoint.

Hoy, al inaugurar esta hermosa sección, el privilegio es (además del de Chip y Dale) el de una anónima opinadora, que en sitio español de internet dooyoo.es expresa su visión sobre la ciudad de Buenos Aires:


"A mi no me gusta esta ciudad y vivo y naci aqui.
Desde chiquita que no me gusta esta ciudad, no me gusta los ruidos, hay mucha contaminacion, y la gente no le importa nada.
tiene mucha tecnologia, es la ciudad de tango, muy pocos bailan ya el tango, a mi no me gusta ni escucharlo ni bailarlo.
la ciudad de noche es muy libertinaje, muy avierta pero hay que tener cuidado en donde se meten, hay mucha mierda.
NO DESMUESTRA LA CULTURA, se perdio muchas cosas, como por ejemplo las fiestas, ya la Navidad no es la misma que antes, la gente muy procupa de la economia y no le importa lo demas.
Los porteños son muy egoistas, descriminadores, muy machistas, no se pueden con ellos, a mi no me gusta los hombres porteños. no son cariñoso, el romanticismo de la ciudad y de la gente se fue marchitando como petalos de una rosa.
de a poco la gente se fue convirtiendo en lo peor, hay demasiada droga, ya la gente no le importa mas de nadie, ni de morir ni de vivir, se la banca lo qeu venga, economicamente esta todo mal, y es problema de los anteriores gobernecistas.
Las mujeres llevan el poder aqui. y eso a mi no me gusta. para nada".


Bri-llan-te. Stefani o quien seas te rendimos tributo desde El Fri Spich se la banca, por hacer de internet y del mundo un lugar mucho más abiertamente pelotudo. Hasta la próxima amigos y no olviden JAMAS, que ustedes (sí, todos) también son unos inmensos pelotudos. A Dios gracias por ello.

3 comentarios:

Juan Ramón V. Mora dijo...

Excelente!!! Especial atención a eso de "el romanticismo de la ciudad y de la gente se fue marchitando como petalos de una rosa."

Dios...

As: Narc - Interpol.

Atte: Juan Ramón Velázquez Mora.

fedefer dijo...

¿Yo? El más entre los más.

Anónimo dijo...

A mi me gustó la palabra "gobernecista".
Lejos.