viernes, 27 de agosto de 2010

Olor a cosas raras

Se publicó ayer por la tarde el informe "Papel Prensa: La Verdad" en la página web del Ministerio de Economía. Varios opositores al gobierno habían criticado que éste no fuera público, abonando la idea de una conspiración. Ahora que lo tienen, estaría bueno que se tomen un recreo y lo lean antes de seguir con sus escupitajos programados.

La Nación y Clarín - quién iba a sospecharlo - no dicen nada al respecto de esta publicación en sus sitios; ni mención, ni referencia, ni un link que ponga "la mentira" o algo del género.

En lugar de eso, se entretienen desinformando a lo campeón, tal vez superando sus propias cuotas históricas. Al cubrir la declaración ante la justicia de Lidia Papaleo ayer, subrayan que de su testimonio se desprende que ella nunca fue torturada específicamente para vender Papel Prensa y que aún estaba en libertad cuando la empresa fue transferida (La venta se realizó en noviembre de 1976 y el secuestro de los Papaleo y los Graiver fue en marzo de 1977). Esto les alcanza a los interesados LN y Clarín para hablar de un "desmoronamiento" de la denuncia del Ejecutivo Nacional. ¿Qué se omite? Básicamente, que si - como ellos mismos resaltan y el mismo gobierno reconoce - Lidia Papaleo fue secuestrada cuando Papel Prensa ya había sido vendida a los actuales accionistas ¿Por qué la habrían de torturar por ese motivo (habiendo tantos otros)? No se informa mucho más sobre el resto de una declaración que duró cerca de cinco horas y eso que está ausente es a lo que habrá que estar más atentos. Esta parte del testimonio resaltada por LN y Clarín puede, en todo caso, poner en duda la asociación de la venta de papel prensa con delitos de lesa humanidad, pero de ninguna forma descarta la existencia de presiones malintencionadas previas para que se realice la transacción a los accionistas actuales.

Otro vértice del "desmoronamiento" está en la solicitada de Isidoro Graiver publicada en adivinen-qué-diarios (y pagada por vaya-a-saber-quién). Allí, vuelve a cotejar las fechas de la venta y del secuestro como principal argumento para desmentir la denuncia del gobierno. Además indica que la venta se realizó "sin amenazas ni extorsiones y en libertad". Según "los diarios", esta declaración vuelve a probar lo infundado de las sospechas y azuza a los perros de la oposición para ir al choque por "la libertad de prensa", equiparar a La Nación y Clarín con el país mismo (¡ay Elisa!) y exigir renuncias.

Al respecto, ayer a la noche 6-7-8 emitió al aire unos fragmentos de cintas en donde se escucha al mismo Isidoro Graiver dando un testimonio completamente opuesto al de la solicitada en una entrevista privada con Roberto Caballero, director del diario "Tiempo Argentino". La grabación fue hecha pública, según Caballero que estaba presente en el piso, porque desde el momento en que la fuente contradice públicamente lo dicho en una instancia privada, el periodista se ve forzado a romper el pacto de confidencialidad para resguardar su propia credibilidad:



Las repercusiones inmediatas se dieron en "El Juego Limpio" - la pantalla de Clarín - donde Nelson Castro se animó a poner al aire a Osvaldo Papaleo, el hermano de Lidia, aludiendo entre otras cosas a las cintas de Caballero con el humor casi quebrado. El momento fue bastante dramático y hasta brutal (no todos los días se habla de Clarín como "una mafia" en el propio TN), tanto que el programa terminó inmediatamente y, a continuación, se los vio a Blanck y Van der Kooy abrir "Código Político" en algo parecido a un estado de shock, comentando con titubeos terribles el testimonio de Lidia Papaleo y obviando olímipicamente lo que había pasado segundos antes en el estudio de Castro:



Olor a cosas raras, le dice Papaleo a Castro. Un olor a podrido que está llegando a Dinamarca. Suele pasar cuando se destapan algunas ollas.

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