#70. Cherry-coloured Funk - Cocteau Twins
Album: Heaven Or Las Vegas (1990).
Letra y música por Cocteau Twins.
Lírica clave: "Pour a little everything else".
Si alguna vez se preguntaron de dónde sacó Gustavo Cerati buena parte del sonido "revolucionario" de Dynamo (hablamos de Soda Stereo, claro), esta canción puede darles alguna que otra pista. Los Cocteau Twins (Liz Frasier y Robin Guthrie) son sin dudas uno de los artefactos pop más innovadores de los 80's; su exploración constante con texturas, manipulaciones electrónicas y ambientes de ensueño proyectó vastas influencias en la música de la siguiente década (incluyendo a nuestro amigo Gustavo, lógicamente). Si bien para la época de Heaven Or Las Vegas ya habían grabado unos cuantos discos y no quedaban muchas cosas nuevas para decir, el álbum funciona de maravillas como una suerte de "redondeo" de su carrera artística hasta el momento (además de ser bastante accesible comparado con cosas anteriores). Esta canción en particular, encargada de abrirlo, es una encapsulación contundente de todo aquello que hace a los Cocteau Twins un duo brillante. Los sonidos son perfectos; forman una especie de colchoneta electrónica que no sabemos bien con qué instrumentos se logró. Sobre ella, Frasier explota sus acrobacias vocales que nos catapultan al nirvana en cuestión de segundos, aunque la letra sea un sinsentido total. Una de esas canciones que me pregunto cómo es que no escuchamos más seguido en la radio.
#69. Message In A Bottle - The Police
Album: Reggatta De Blanc (1978).
Letra y música por Sting.
Lírica clave: "Love can mend your life, but love can break your heart".
Digan lo que quieran sobre The Police, pero cualquier cosa sonando así en 1978 no puede provocar otra reacción de mi parte que sacarme el sombrero. Nadie sonaba así en 1978, ni siquiera los Talking Heads o los Clash (que igual, ojo, sonaban de otras formas igual de increíbles, aunque menos originales). Lo que quiero decir es que me asombra cómo un tema tan gastado (acá no me jugué con nada raro, lo admito) puede seguir sonando tan potente y tan excitante al subir el volumen. Suban el volumen ustedes, imitenme, y diganme si no es una de las performances grupales más perfectas de la música grabada; Copeland con sus impredecibles ritmos, Summers con ese riff de puta madre que andá a saber de dónde sacó, Sting entrando con ese bajo como un puñal... Todo es ajustado y a la vez extrañamente disperso, creando un invernadero musical casi táctil en el que podemos perdernos como en una jungla. Al final no deja de ser una canción pop, pero claramente no es una canción pop cualquiera; es el balance perfecto entre accesiblidad, innovación y emotividad. Una joya eterna que pertenece sin dudas a esta lista como a la de casi todo el mundo.
#68. Heart Of Glass - Blondie
Album: Parallel Lines (1978).
Letra y música por Deborah Harry & Chris Stein.
Lírica clave: "Love is so confusing, there's no peace of mind".
Sigo un poco conservador, pero es que... ¡mierda! No me puedo resistir a esta porquería ni que me pongan un revólver en la cabeza. No hay banda que se haya subido al vagón de la música disco a fines de los 70's con la efectividad de Blondie. Para hacerlo, le bastó con una sola canción (volverían al mismo tipo de groove discotequero solo ocasionalmente, como en Rapture). Una sola canción que no solo llegó al número 1 en EEUU e Inglaterra sino que resiste el paso del tiempo como si nada. Mucha de la música disco de esos años no puede ser escuchada hoy sin la sensación de estar ante una especie de documento de época (y acá, perdonden, cae el mismísimo Michael Jackson). En cambio Blondie supo combinar la cadencia bailable del disco con un espíritu rockero que sigue dando frutos aún el día de hoy. El ejemplo más claro está en la coda, en la que el batero Clem Burke se despega del ritmo disco para tirar unos espectaculares redobles. Nos recuerda que al fin y al cabo, hay un señor de carne y hueso marcando este ritmo. No es que reniegue de las máquinas, pero cuando se piensa en música disco, tocar con instrumentos de verdad equivale un poco a salirse del molde. Es un gesto por demás admirable para una canción que fue pensada como un hit desde su misma concepción. La melodía que canta Harry, y esto huelga aclararlo porque todos la escucharon ya alguna vez, es una adicción total. Siendo un hit de discoteca existen varios remixes y versiones pululando por ahí que no son de mi completo agrado (El reissue de Parallel Lines tiene el tupé de reemplazar la original con un remix de seis minutos que se hace bastante repetitivo al final). Rescato, entonces, para ustedes, la versión de tres minutos y pico, que es la del álbum original.
#67. Julie With... - Brian Eno
Album: Before And After Science (1977).
Letra y música por Brian Eno.
Lírica clave: "The still sea is darker than before".
Por fin. Acá tienen una que ni de casualidad van a encontrar en otras listas similares. No es que Brian Eno sea un gran desconocido, pero muchas veces se lo recuerda más por sus pioneras incursiones en la música ambient, o por producir a los Talking Heads, David Bowie, U2 y ahora ¡Coldplay! Sus primeros cuatro álbumes solistas, los que hizo apenas abandonó Roxy Music, suelen dejarse en cambio en un plano algo empañado. Lo cual es una equivocación que va de grave a gravísima. De hecho, esos primeros cuatro álbumes son lo mejor que hizo el tipo en su vida y el cuarto de ellos, Before And After Science, es directamente una de las obras maestras de la historia del rock. En un álbum que mezcla polirritmos destructivos en la primera mitad con delicados paisajes sonoros en la segunda, Julie With... puede pasar como una más en un océano de genialidades. Pero la realidad es que escuché pocas composiciones parecidas. La canción no utiliza batería alguna y ostenta una onda muy ambient (anticipando buena parte de la carrera musical de Eno). Aún así, hay formas que se conservan; hay notas y acordes; hay repulgues de jazz y despojos de balada pop. El resultado es una experiencia totalmente hipnótica que pasa como seda por los oídos sin que el oyente advierta nunca que la cosa dura más de seis minutos. La música se convierte en un pañuelo que envuelve y que acaricia, hasta adormecer los instintos gamberros que buscan el quiebre rockero. Lo que hace Eno en esta canción es magia pura. No hay otra forma de entenderlo que escuchando.
#66. Cortez The Killer - Neil Young
Album: Zuma (1975).
Letra y música por Neil Young.
Lírica clave: "I still can't remember where or how I lost my way".
Hasta trascurridos tres minutos veinte de canción, nadie canta. Solo tenemos un par de guitarras eléctricas muy tranquilas tocando los mismos tres acordes una y otra vez, sin ningún solo acrobático o heroísmo vanhalinesco. ¿Les suena aburrido? Pues prepárense para una sorpresa mayúscula: el trance que logra Crazy Horse con el mínimo de elementos es tal que bien podrían seguir tocando para siempre. Esas guitarras suenan como placer líquido chorreando por la piel, lo juro. Neil Young escribió estos versos durante la escuela, inspirado en sus clases de historia, acerca de la llegada del conquistador español Hernán Cortés (¿sabrá Neil que es con "s" al final?) a lo que hoy es México. La concepción excesivamente idílica que tiene el canadiense de los aztecas ("Hate was just a legend / And war was never known / The people worked together / And they lifted many stones") no le quita un gramo de poderío a una canción que, sospecho, tiene un trasfondo bastante más enigmático que simplemente condenar la destrucción causada por Cortés a una civilización entera. Sobre el final aparecen de la nada un par de versos referidos a una mujer ("And I know she's living there / And she loves me to this day"). ¿Es la aventura de Cortés entre los Aztecas una excusa para metaforizar el dolor de un amor perdido? Puede ser, aunque el mismo Neil Young clamaba con orgullo que la canción había sido prohibida en España (cosa que la verdad no me creo mucho). También llegó a decir que en realidad se trata todo de una sarta de huevadas sin sentido. Sea como sea Cortez The Killer sigue siendo un clásico épico dotado de un feeling imponente. Para quien le interese, la Dave Matthews Band suele incluirla en sus conciertos en vivo, y la verdad es que les sale bastante bien.
#65. Teacher - Jethro Tull
Album: [single] Disponible como bonus track en Benefit (1970).
Letra y música por Ian Anderson.
Lírica clave: "I try to socialize but I cannot seem to find what I was looking for, got something on my mind".
Si Jethro Tull vuelve a tocar en Buenos Aires y yo vuelvo a verlos (ya los ví dos veces), estaré en primera fila apuntándoles con una escopeta para que se convenzan de una vez a tocarme este clásico increíble. Todo más que bien con Aqualung y Locomotive Breath. Son dos monumentos del rock. Pero Teacher, siendo mucho menos conocida, bien merece la misma reputación. Esta extraña fábula sobre un falso profeta comienza siendo una atractiva balada folk - con una de las mejores melodías vocales de Anderson - pero enseguida pone tercera, cuarta, quinta y termina rematando al oyente con un riff-mastodonte de doce notas que es una cosa inolvidable. Resulta un efecto genial cuando en vez de poner el "riff memorable" en la parrilla de entrada, algunas canciones se lo reservan como plato principal, dándole el papel protagónico que correspondería al estribillo. No hay muchos que lo hagan, a decir verdad, y por eso este tema me parece excepcional. Además de que, lógico, la banda aparece en su mejor momento (tiempos de su olvidado tercer álbum Benefit), carburando a toda máquina sin dejar resquicios siquiera para respirar. Jethro Tull es de esas bandas que suelen ubicarse dentro de la parcela del "rock progresivo" pero que, en rigor, nunca olvidó su vocación por parir algunos hard-rocks clase mamut como éste. Una joya.
#64. House Of The Rising Sun - The Animals
Album: The Animals [Edición EEUU] (1964).
Letra y música anónimas.
Lírica clave: "I'm going back to New Orleans to wear that ball and chain".
La gran epopeya de la British Invasion consistió en la apropiación por parte de ingleses adolescentes y urbanos de las raíces más profundas del folk norteamericano. Hoy es algo que damos por descontado, que una banda inglesa toque blues. Pero en aquella época, principios de los 60's, la verdad es que no había matrimonio más impensado. Era ridículo; ¿Qué podía hacer un pendejo inglés con formas musicales ancestrales que poco y nada tenían que ver con la historia de Inglaterra? No, en serio. Es algo así como lo es hoy en día el fenómeno del tango finlandés, pero en una escala mucho más masiva. Los estadounidenses no entendían un pomo. ¿De dónde salieron estos flacos? ¿Cómo es posible que capturaran tan bien la esencia de una música tan lejana a sus ecosistemas? Hay una explicación, pero es demasiado larga para analizarla ahora (solo basta saber que durante los 50's, estos ingleses empezaron a encargarse pilas de discos oscuros de EEUU que les llegaban en barcos). Los Beatles, lógico, eran cuatro de esos muchachos. Pero, para ser justos, las dos bandas que más comprensivamente capturaron esta vibra transatlántica y la explotaron fueron los Rolling Stones y los Animals. Mientras los Beatles siempre sonaron algo aburguesados, estos dos sonaban guarros, piojosos y oscuros. Lo que hacen los Animals con esta tonada tradicional de la zona de Nueva Orleans - acerca de la perdición por los juegos de apuestas - es uno de los milagros definitivos del rock. La intensidad que alcanzan sobre el final es para ponerse de pie y tomar aire, o bien estallar en llanto. Eric Burdon, con sus vocales frenéticas y Alan Price con su organo filoso apuntalan una de las grabaciones más legendarias e irrepetibles de la historia de la música.
#63. Sultans Of Swing - Dire Straits
Album: Dire Straits (1978).
Letra y música por Mark Knopfler.
Lírica clave: "They don't give a damn about any trumpet playin' band, it ain't what they call rock and roll".
Sultans Of Swing es tan perfecta que se lleva el premio a la "canción que a todo el mundo le gusta". En serio; ¿alguno conoce a alguien que no le guste este tema? Yo no. Juro que no. Le gusta a los viejos, a los jóvenes, a los metaleros, a los raperos, a los que solo escuchan música de los 90 y hasta a los que no tienen la más perra idea sobre música. ¿Por qué ocurre esto? No tengo idea, pero debe ser uno de los consensos más llamativos del rock. Digo esto porque este álbum, el primero de Dire Straits, se publicó en 1978, o sea, en medio de toda la onda punk y new-wave recién desatada. Es difícil imaginar algo más irrelevante para el momento que un álbum de R&B minimalista y sin distorsión. Y sin embargo, la cosa resistió el paso del tiempo y a Sultans Of Swing hasta la Aspen la pasa con insistencia. Debe ser esa irrelevancia, esa intimidad universal coagulada en la letra (que es fenomenal, léanla por favor), esa tendencia a alejarse de los extremos, lo que la convierte en un plato apetecible para todos los estómagos. De todas formas, que no sea un tema arriesgado no es derogatorio en este caso. Después de todo, el estilo de la banda es muy singular. Nadie toca la guitarra como Knopfler, eso se sabe.
#62. Somebody To Love - Jefferson Airplane
Album: Surrealistic Pillow (1967).
Letra y música por Grace Slick.
Lírica clave: "When the truth is found to be lies, and the joy within you dies".
El himno nacional del del flower-power y el verano del amor californiano comienza a-capella con la voz temblorosa de Grace Slick, y esos breves, brevísimos instantes pueden volarte la cabeza. La intensidad desbordante con la que canta esta flaca es una cosa a veces difícil de digerir. Al referirse a la escena de la west coast estadounidense todos se llenan la boca con Janis Joplin pero suelen olvidarse de esta otra fémina rockera. Ojo, Janis Joplin se merece todo lo que se dice y mucho más, pero lo de Grace Slick merece ser reivindicado. Escuchen por Dios cómo la descose, como se desvive, como se cree hasta la última palabra lo que está cantando. Claro que ella, a pesar de ser también la compositora del tema, no es lo único. Hay una banda detrás que se retuerce en medio de fogonazos psicodélicos del más perfecto caos. La canción es tan brutal, tan importante, tan tremenda, que hasta da la sensación de que son gajos de historia los que se desprenden en cada nota. La historia de una década contradictoria y agitada como fueron los 60's, que ya no podremos recuperar salvo en anclajes como Somebody To Love.
#61. Station To Station - David Bowie
Album: Station To Station (1976).
Letra y música por David Bowie.
Lírica clave: "It's not the side-effects of the cocaine, I'm thinking that it must be love".
Es lugar común decir que Bowie era un experto condensador de modas pero que nunca aportó nada realmente innovador con su música. Es una hipótesis atendible, y ciertamente nadie va a negar la increíble capacidad que tenía el tipo para anticipar "lo que se viene" o "lo cool del momento" y mutar en consecuencia, llevandose las palmas por acercar al mainstream varias tendencias previas del underground. También es una hipótesis debatible, y el caso de estudio prioritario es Station To Station. ¿Alguien puede iluminarme y decirme de dónde sacó Bowie la onda de este álbum? Se habla mucho de que para entonces el flaco había orientado sus antenitas hacia Berlín y empezaba a descubrir para el resto del mundo la mina de oro que era la electrónica experimental alemana (Neu!, Cluster, Kraftwerk, Klaus Schulze). Está bien, es verdad... Ahora; sería demasiado decir que Bowie simplemente copió a sus maestros: acá hay un sonido totalmente único que solo tangencialmente se relaciona con la escena alemana. Station To Station es una mezcla bizarra donde aparecen en porpociones iguales soul, funk, electrónica y glam-rock. La fuente más natural en la que se puede pensar es Roxy Music. Sea como sea - ustedes juzgarán la originalidad o la falta de ella - la pista titular que da inicio al disco es una suite para el recuerdo (además de la canción más larga de la discografía bowieana). Empieza con un empaste cuasi-industrial arrastrado, rarísimo (pero seductor) que de a poco se pone a rockear, para acabar con una fiesta bailable super-cool que suena más moderna que todas las bandas actuales juntas. Final glorioso si los hay.
Album: Heaven Or Las Vegas (1990).
Letra y música por Cocteau Twins.
Lírica clave: "Pour a little everything else".
Si alguna vez se preguntaron de dónde sacó Gustavo Cerati buena parte del sonido "revolucionario" de Dynamo (hablamos de Soda Stereo, claro), esta canción puede darles alguna que otra pista. Los Cocteau Twins (Liz Frasier y Robin Guthrie) son sin dudas uno de los artefactos pop más innovadores de los 80's; su exploración constante con texturas, manipulaciones electrónicas y ambientes de ensueño proyectó vastas influencias en la música de la siguiente década (incluyendo a nuestro amigo Gustavo, lógicamente). Si bien para la época de Heaven Or Las Vegas ya habían grabado unos cuantos discos y no quedaban muchas cosas nuevas para decir, el álbum funciona de maravillas como una suerte de "redondeo" de su carrera artística hasta el momento (además de ser bastante accesible comparado con cosas anteriores). Esta canción en particular, encargada de abrirlo, es una encapsulación contundente de todo aquello que hace a los Cocteau Twins un duo brillante. Los sonidos son perfectos; forman una especie de colchoneta electrónica que no sabemos bien con qué instrumentos se logró. Sobre ella, Frasier explota sus acrobacias vocales que nos catapultan al nirvana en cuestión de segundos, aunque la letra sea un sinsentido total. Una de esas canciones que me pregunto cómo es que no escuchamos más seguido en la radio.
#69. Message In A Bottle - The Police
Album: Reggatta De Blanc (1978).
Letra y música por Sting.
Lírica clave: "Love can mend your life, but love can break your heart".
Digan lo que quieran sobre The Police, pero cualquier cosa sonando así en 1978 no puede provocar otra reacción de mi parte que sacarme el sombrero. Nadie sonaba así en 1978, ni siquiera los Talking Heads o los Clash (que igual, ojo, sonaban de otras formas igual de increíbles, aunque menos originales). Lo que quiero decir es que me asombra cómo un tema tan gastado (acá no me jugué con nada raro, lo admito) puede seguir sonando tan potente y tan excitante al subir el volumen. Suban el volumen ustedes, imitenme, y diganme si no es una de las performances grupales más perfectas de la música grabada; Copeland con sus impredecibles ritmos, Summers con ese riff de puta madre que andá a saber de dónde sacó, Sting entrando con ese bajo como un puñal... Todo es ajustado y a la vez extrañamente disperso, creando un invernadero musical casi táctil en el que podemos perdernos como en una jungla. Al final no deja de ser una canción pop, pero claramente no es una canción pop cualquiera; es el balance perfecto entre accesiblidad, innovación y emotividad. Una joya eterna que pertenece sin dudas a esta lista como a la de casi todo el mundo.
#68. Heart Of Glass - Blondie
Album: Parallel Lines (1978).
Letra y música por Deborah Harry & Chris Stein.
Lírica clave: "Love is so confusing, there's no peace of mind".
Sigo un poco conservador, pero es que... ¡mierda! No me puedo resistir a esta porquería ni que me pongan un revólver en la cabeza. No hay banda que se haya subido al vagón de la música disco a fines de los 70's con la efectividad de Blondie. Para hacerlo, le bastó con una sola canción (volverían al mismo tipo de groove discotequero solo ocasionalmente, como en Rapture). Una sola canción que no solo llegó al número 1 en EEUU e Inglaterra sino que resiste el paso del tiempo como si nada. Mucha de la música disco de esos años no puede ser escuchada hoy sin la sensación de estar ante una especie de documento de época (y acá, perdonden, cae el mismísimo Michael Jackson). En cambio Blondie supo combinar la cadencia bailable del disco con un espíritu rockero que sigue dando frutos aún el día de hoy. El ejemplo más claro está en la coda, en la que el batero Clem Burke se despega del ritmo disco para tirar unos espectaculares redobles. Nos recuerda que al fin y al cabo, hay un señor de carne y hueso marcando este ritmo. No es que reniegue de las máquinas, pero cuando se piensa en música disco, tocar con instrumentos de verdad equivale un poco a salirse del molde. Es un gesto por demás admirable para una canción que fue pensada como un hit desde su misma concepción. La melodía que canta Harry, y esto huelga aclararlo porque todos la escucharon ya alguna vez, es una adicción total. Siendo un hit de discoteca existen varios remixes y versiones pululando por ahí que no son de mi completo agrado (El reissue de Parallel Lines tiene el tupé de reemplazar la original con un remix de seis minutos que se hace bastante repetitivo al final). Rescato, entonces, para ustedes, la versión de tres minutos y pico, que es la del álbum original.
#67. Julie With... - Brian Eno
Album: Before And After Science (1977).
Letra y música por Brian Eno.
Lírica clave: "The still sea is darker than before".
Por fin. Acá tienen una que ni de casualidad van a encontrar en otras listas similares. No es que Brian Eno sea un gran desconocido, pero muchas veces se lo recuerda más por sus pioneras incursiones en la música ambient, o por producir a los Talking Heads, David Bowie, U2 y ahora ¡Coldplay! Sus primeros cuatro álbumes solistas, los que hizo apenas abandonó Roxy Music, suelen dejarse en cambio en un plano algo empañado. Lo cual es una equivocación que va de grave a gravísima. De hecho, esos primeros cuatro álbumes son lo mejor que hizo el tipo en su vida y el cuarto de ellos, Before And After Science, es directamente una de las obras maestras de la historia del rock. En un álbum que mezcla polirritmos destructivos en la primera mitad con delicados paisajes sonoros en la segunda, Julie With... puede pasar como una más en un océano de genialidades. Pero la realidad es que escuché pocas composiciones parecidas. La canción no utiliza batería alguna y ostenta una onda muy ambient (anticipando buena parte de la carrera musical de Eno). Aún así, hay formas que se conservan; hay notas y acordes; hay repulgues de jazz y despojos de balada pop. El resultado es una experiencia totalmente hipnótica que pasa como seda por los oídos sin que el oyente advierta nunca que la cosa dura más de seis minutos. La música se convierte en un pañuelo que envuelve y que acaricia, hasta adormecer los instintos gamberros que buscan el quiebre rockero. Lo que hace Eno en esta canción es magia pura. No hay otra forma de entenderlo que escuchando.
#66. Cortez The Killer - Neil Young
Album: Zuma (1975).
Letra y música por Neil Young.
Lírica clave: "I still can't remember where or how I lost my way".
Hasta trascurridos tres minutos veinte de canción, nadie canta. Solo tenemos un par de guitarras eléctricas muy tranquilas tocando los mismos tres acordes una y otra vez, sin ningún solo acrobático o heroísmo vanhalinesco. ¿Les suena aburrido? Pues prepárense para una sorpresa mayúscula: el trance que logra Crazy Horse con el mínimo de elementos es tal que bien podrían seguir tocando para siempre. Esas guitarras suenan como placer líquido chorreando por la piel, lo juro. Neil Young escribió estos versos durante la escuela, inspirado en sus clases de historia, acerca de la llegada del conquistador español Hernán Cortés (¿sabrá Neil que es con "s" al final?) a lo que hoy es México. La concepción excesivamente idílica que tiene el canadiense de los aztecas ("Hate was just a legend / And war was never known / The people worked together / And they lifted many stones") no le quita un gramo de poderío a una canción que, sospecho, tiene un trasfondo bastante más enigmático que simplemente condenar la destrucción causada por Cortés a una civilización entera. Sobre el final aparecen de la nada un par de versos referidos a una mujer ("And I know she's living there / And she loves me to this day"). ¿Es la aventura de Cortés entre los Aztecas una excusa para metaforizar el dolor de un amor perdido? Puede ser, aunque el mismo Neil Young clamaba con orgullo que la canción había sido prohibida en España (cosa que la verdad no me creo mucho). También llegó a decir que en realidad se trata todo de una sarta de huevadas sin sentido. Sea como sea Cortez The Killer sigue siendo un clásico épico dotado de un feeling imponente. Para quien le interese, la Dave Matthews Band suele incluirla en sus conciertos en vivo, y la verdad es que les sale bastante bien.
#65. Teacher - Jethro Tull
Album: [single] Disponible como bonus track en Benefit (1970).
Letra y música por Ian Anderson.
Lírica clave: "I try to socialize but I cannot seem to find what I was looking for, got something on my mind".
Si Jethro Tull vuelve a tocar en Buenos Aires y yo vuelvo a verlos (ya los ví dos veces), estaré en primera fila apuntándoles con una escopeta para que se convenzan de una vez a tocarme este clásico increíble. Todo más que bien con Aqualung y Locomotive Breath. Son dos monumentos del rock. Pero Teacher, siendo mucho menos conocida, bien merece la misma reputación. Esta extraña fábula sobre un falso profeta comienza siendo una atractiva balada folk - con una de las mejores melodías vocales de Anderson - pero enseguida pone tercera, cuarta, quinta y termina rematando al oyente con un riff-mastodonte de doce notas que es una cosa inolvidable. Resulta un efecto genial cuando en vez de poner el "riff memorable" en la parrilla de entrada, algunas canciones se lo reservan como plato principal, dándole el papel protagónico que correspondería al estribillo. No hay muchos que lo hagan, a decir verdad, y por eso este tema me parece excepcional. Además de que, lógico, la banda aparece en su mejor momento (tiempos de su olvidado tercer álbum Benefit), carburando a toda máquina sin dejar resquicios siquiera para respirar. Jethro Tull es de esas bandas que suelen ubicarse dentro de la parcela del "rock progresivo" pero que, en rigor, nunca olvidó su vocación por parir algunos hard-rocks clase mamut como éste. Una joya.
#64. House Of The Rising Sun - The Animals
Album: The Animals [Edición EEUU] (1964).
Letra y música anónimas.
Lírica clave: "I'm going back to New Orleans to wear that ball and chain".
La gran epopeya de la British Invasion consistió en la apropiación por parte de ingleses adolescentes y urbanos de las raíces más profundas del folk norteamericano. Hoy es algo que damos por descontado, que una banda inglesa toque blues. Pero en aquella época, principios de los 60's, la verdad es que no había matrimonio más impensado. Era ridículo; ¿Qué podía hacer un pendejo inglés con formas musicales ancestrales que poco y nada tenían que ver con la historia de Inglaterra? No, en serio. Es algo así como lo es hoy en día el fenómeno del tango finlandés, pero en una escala mucho más masiva. Los estadounidenses no entendían un pomo. ¿De dónde salieron estos flacos? ¿Cómo es posible que capturaran tan bien la esencia de una música tan lejana a sus ecosistemas? Hay una explicación, pero es demasiado larga para analizarla ahora (solo basta saber que durante los 50's, estos ingleses empezaron a encargarse pilas de discos oscuros de EEUU que les llegaban en barcos). Los Beatles, lógico, eran cuatro de esos muchachos. Pero, para ser justos, las dos bandas que más comprensivamente capturaron esta vibra transatlántica y la explotaron fueron los Rolling Stones y los Animals. Mientras los Beatles siempre sonaron algo aburguesados, estos dos sonaban guarros, piojosos y oscuros. Lo que hacen los Animals con esta tonada tradicional de la zona de Nueva Orleans - acerca de la perdición por los juegos de apuestas - es uno de los milagros definitivos del rock. La intensidad que alcanzan sobre el final es para ponerse de pie y tomar aire, o bien estallar en llanto. Eric Burdon, con sus vocales frenéticas y Alan Price con su organo filoso apuntalan una de las grabaciones más legendarias e irrepetibles de la historia de la música.
#63. Sultans Of Swing - Dire Straits
Album: Dire Straits (1978).
Letra y música por Mark Knopfler.
Lírica clave: "They don't give a damn about any trumpet playin' band, it ain't what they call rock and roll".
Sultans Of Swing es tan perfecta que se lleva el premio a la "canción que a todo el mundo le gusta". En serio; ¿alguno conoce a alguien que no le guste este tema? Yo no. Juro que no. Le gusta a los viejos, a los jóvenes, a los metaleros, a los raperos, a los que solo escuchan música de los 90 y hasta a los que no tienen la más perra idea sobre música. ¿Por qué ocurre esto? No tengo idea, pero debe ser uno de los consensos más llamativos del rock. Digo esto porque este álbum, el primero de Dire Straits, se publicó en 1978, o sea, en medio de toda la onda punk y new-wave recién desatada. Es difícil imaginar algo más irrelevante para el momento que un álbum de R&B minimalista y sin distorsión. Y sin embargo, la cosa resistió el paso del tiempo y a Sultans Of Swing hasta la Aspen la pasa con insistencia. Debe ser esa irrelevancia, esa intimidad universal coagulada en la letra (que es fenomenal, léanla por favor), esa tendencia a alejarse de los extremos, lo que la convierte en un plato apetecible para todos los estómagos. De todas formas, que no sea un tema arriesgado no es derogatorio en este caso. Después de todo, el estilo de la banda es muy singular. Nadie toca la guitarra como Knopfler, eso se sabe.
#62. Somebody To Love - Jefferson Airplane
Album: Surrealistic Pillow (1967).
Letra y música por Grace Slick.
Lírica clave: "When the truth is found to be lies, and the joy within you dies".
El himno nacional del del flower-power y el verano del amor californiano comienza a-capella con la voz temblorosa de Grace Slick, y esos breves, brevísimos instantes pueden volarte la cabeza. La intensidad desbordante con la que canta esta flaca es una cosa a veces difícil de digerir. Al referirse a la escena de la west coast estadounidense todos se llenan la boca con Janis Joplin pero suelen olvidarse de esta otra fémina rockera. Ojo, Janis Joplin se merece todo lo que se dice y mucho más, pero lo de Grace Slick merece ser reivindicado. Escuchen por Dios cómo la descose, como se desvive, como se cree hasta la última palabra lo que está cantando. Claro que ella, a pesar de ser también la compositora del tema, no es lo único. Hay una banda detrás que se retuerce en medio de fogonazos psicodélicos del más perfecto caos. La canción es tan brutal, tan importante, tan tremenda, que hasta da la sensación de que son gajos de historia los que se desprenden en cada nota. La historia de una década contradictoria y agitada como fueron los 60's, que ya no podremos recuperar salvo en anclajes como Somebody To Love.
#61. Station To Station - David Bowie
Album: Station To Station (1976).
Letra y música por David Bowie.
Lírica clave: "It's not the side-effects of the cocaine, I'm thinking that it must be love".
Es lugar común decir que Bowie era un experto condensador de modas pero que nunca aportó nada realmente innovador con su música. Es una hipótesis atendible, y ciertamente nadie va a negar la increíble capacidad que tenía el tipo para anticipar "lo que se viene" o "lo cool del momento" y mutar en consecuencia, llevandose las palmas por acercar al mainstream varias tendencias previas del underground. También es una hipótesis debatible, y el caso de estudio prioritario es Station To Station. ¿Alguien puede iluminarme y decirme de dónde sacó Bowie la onda de este álbum? Se habla mucho de que para entonces el flaco había orientado sus antenitas hacia Berlín y empezaba a descubrir para el resto del mundo la mina de oro que era la electrónica experimental alemana (Neu!, Cluster, Kraftwerk, Klaus Schulze). Está bien, es verdad... Ahora; sería demasiado decir que Bowie simplemente copió a sus maestros: acá hay un sonido totalmente único que solo tangencialmente se relaciona con la escena alemana. Station To Station es una mezcla bizarra donde aparecen en porpociones iguales soul, funk, electrónica y glam-rock. La fuente más natural en la que se puede pensar es Roxy Music. Sea como sea - ustedes juzgarán la originalidad o la falta de ella - la pista titular que da inicio al disco es una suite para el recuerdo (además de la canción más larga de la discografía bowieana). Empieza con un empaste cuasi-industrial arrastrado, rarísimo (pero seductor) que de a poco se pone a rockear, para acabar con una fiesta bailable super-cool que suena más moderna que todas las bandas actuales juntas. Final glorioso si los hay.
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4 comentarios:
Ooooh!Me había perdido las dos mejores partes de la lista por el momento. La cosa va bien. Encontrar Station To Station en una de estas listas es complicado... pero le encontraste su lugar. La versión que tengo yo de Somebody To Love tenía un sonido de batería más fuerte... quizá es la remasterización, y el de Blondie, un tema genial, mucho mejor esta original que no la que encontré en mi edición del disco.
Los otros temas son acertadísimos,no conocía los Cocteau Twins ni el tema de Neil Young, pero me han parecido más que interesantes.
Creo que cada edición de tu lista me la grabaré en cd y los pondré en mi colección, como un preciado recopilatorio.
Saludos!
Pasan los puestos de la lista y conozco más y más.. al parecer tan neófito no soy. Acá no conozco la de Neil Young ni la de Jethro Tull (sabrás que con el prog no me llevo muy bien).. Temo que Cocteau Twins no volverá a aparecer, y es una injusticia, porque yo hubiese puesto otros temas... Con Blondie estoy de acuerdo en la elección. Y también de acuerdo con reivindicar Station To Station es un clásico a veces infravalorado por otros temas..
Saludos y se viene mi lista.. ojo!
Voy!
#70 - Uh... No conozco a los Cocteau Twins. Alguna canción habré escuchado por ahí, asi que esto es nuevo. No puedo opinar
#69 - La mejor canción de The Police sin dudas. Con un ritmo venenoso y saltarín, una gran melodía y el siempre gran trabajo de Copeland, como no podría ser un clásico? Predecible talvez pero necesario. No estará Roxanne? Que lástima. En todo caso esta está donde debe estar.
#68 - Otro GRAN tema, así con mayúsculas, de ese disco increíble que es Parallel Lines. No se me ocurre un tema mejor para definir y presentar a Blondie que este. Muy buena elección.
#67 - De 1978 (ja!), el gran Brian Eno y su mejor disco. Uno de mis discos favoritos. Y si, yo también hubiera elegido Julie With, una canción que define el sonido atmosférico. Una balada tipo ambient, lenta pero no aburrida ni por un segundo y eso se debe a su atmósfera casi deprimente y melancólica. Buenísima.
#66 - De Neil Young solo tengo algunos discos. No he llegado hasta Zuma todavía. Esta se oye muy bien, le pondré más atención.
#65 - Buena canción, bastante "definitiva" con todos los elementos característicos de Tull. Yo hubiera elegido Cross-Eyed Mary, que igual se parece un poco pero es más maligna y pesada y... oops! no será que esa se viene más adelante? Ya veremos.
#64 - Wow, no sabía que ibas a poner esta canción. Es uno de mis temas favoritos. Una canción tan única y tan especial que es inevitable no conmoverse con ese ritmo oscurísimo. La versión de The Animals es la versión definitiva y es un clásico obvio de cualquier lista, pero no estaba seguro si aparecería en ESTA lista. Bien.
#63 - Otra obviedad, pero claro, por algo es tan obvia, porque es buenísima. Estoy de acuerdo en eso que menciones de que "a todo el mundo le gusta". Es cierto. Junto a esta, solo puedo pensar en Another Brick in the Wall como ejemplos de canciones que le gustan a todo el mundo. Creo que es porque son canciones tan "cool" y tan llevaderas (en buen sentido) que es inevitable no ponerse a mover la cabeza.
No estoy seguro de la posición (muy arriba!) pero definitivamente tiene que estar aqui.
#62 - Y aún otro clásico. Esta vez de los más consensuados. Pero es que es inevitable: no puedo pensar en una canción que defina mejor el sentimiento de lo que debió ser los sesentas que este. No hace falta decir nada, esta canción es casi perfecta. (un apunte: la canción fué compuesta y escrita por el hermano de Grace, Darby. Luego ella se la robó para dársela a los Airplanes, que le sacaron la performance definitiva)
#61 - Me sorprende ver esta joyita en la lista, sobretodo porque Bowie tiene un montón de temas que podrían entrar sin problemas. Pero te doy la razón, esta cosa es impactante. No recuerdo cuando fué la última vez que escuché este disco, pero la canción siempre me ha parecido algo sobrenatural. Una suite de 10 minutos es algo raro en Bowie, pero aqui está y lo hace bien. Buena elección!.
Hey Fede. Voy siguiendo tu lista aunque no haya comentado aún, algún día me pondré a ello con calma.
Quería comentarte que lo de que "Cortez the killer" fue prohibida en España es verídico, y que de hecho a cualquier aficionado español al rock por aquella época que le preguntes te dirá que ese disco se recuerda entre otras cosas por la polémica de su censura. Otra cosa es el contexto en el que grabó el disco. Gran parte del disco (o todo, no sé) está inspirado en un amor perdido. Sus anteriores discos, como "Tonight's the night" o "On the beach" son muy depresivos, muy de recrearse en su dolor, y "Zuma" fue un paso adelante en el sentido de resignarse y tratar de salir a flote. El ejemplo de canción al que me refiero es "Don't cry no tears", canción que expresa simple y llanamente el sentir de Neil en ese momento.
Pues por ahora nada más, saludos.
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