#30. Deserted Cities Of The Heart - Cream
Album: Wheels Of Fire (1968).
Letra y música por Jack Bruce & Pete Brown.
Lírica clave: "Now my heart is drowned in no love streams".
Los fundadores del power-trio tienen dos megaclásicos que bien podría haber incluido acá, pero oh! no habría sido nada original de mi parte. Todo el mundo conoce Sunshine Of Your Love - su riff es ya una postal musical - y casi todo el mundo conoce White Room, por la que estuve a punto de inclinarme. Ahora; nadie conoce Deserted Cities Of The Heart, y es hora de que alguien la conozca. Filtrando el fin de algún amor a través de una sugestiva imaginería apocalíptica en la letra ("In times of old / In days gone by / If I could catch your dancing eye"), Cream pone sexta marcha desde el principio hasta el fin, sin ceder un solo instante exceptuando esas memorables frazadas de violoncellos que nos interceptan cada tanto. Es una de esas canciones que retumban con fiebre, que verdaderamente palpitan. La melodía y los acordes son difusos, casi no se pueden aprehender, pero la demolición rítmica que le inducen al tema es algo que corta la respiración. Y eso pasa antes incluso de llegar al clímax, que arremete con uno de esos solos de guitarra desbordantes que solía mandarse Eric Clapton antes de descubrir su vocación de viejo choto. El tema más intenso de Cream, lo cual no es decir poco.
#29. I'll Feel A Whole Lot Better - The Byrds
Album: Mr. Tambourine Man (1965).
Letra y música por Gene Clark.
Lírica clave: "And I'll probably feel a whole lot better when you're gone".
Seguimos con amores que terminan, pero si la perspectiva de Cream solo nos trae oscuridad y espanto, esta vez los Byrds nos vienen con el lado alegre de la cuestión. En Argentina a este tema lo tenemos recontra gastado gracias a la versión de Charly García que - por la traducción libérrima que hace - pierde el elemento distintivo que define a la canción: el cantante, después de largar a la ploma de la novia, declara que probablemente se sienta mucho mejor cuando ella se vaya. Es decir: probablemente sí, pero tal vez no. ¿Quién sabe? Ese extraño elemento de duda, ahí suspendido, ahí rezagado, es la pequeña cuota de genialidad con la que Gene Clark sabe inmortalizar el tema. Después de todo ¿Cuántas veces estamos completamente felices al mandar a la m* a alguien? Toda una cuestión para el debate planteada a través de una mísera palabrita en un mísero tema pop. Igual, el ánimo de la canción se va totalmente hasta las nubes; con su melodía eterna, con esas hermosas armonías vocales típicas de los primeros discos de los Byrds y con el irresistible solo de McGuinn (la mítica Rickenbaker de doce cuerdas y ese sonido). I'll Feel A Whole Lot Better es de esas canciones que catapultan cualquier fiesta, que levantan cualquier moral, incluso en la versión de Charly. Pero lo más importante que prueba es que ya desde muy temprano, a pesar de ser más recordados por sus pasteurizados covers de Bob Dylan, los flacos estos tenían en Clarke a un compositor original laburando con todas las luces.
#28. Firth Of Fifth - Genesis
Album: Selling England By The Pound (1973).
Letra y música por Tony Banks, Phil Collins, Peter Gabriel, Steve Hackett & Mike Rutherford.
Lírica clave: "Let it be revealed".
Cuando se trata de prog-rock suele ser mejor no prestarle mucha atención a las letras. Peter Gabriel la zafaba bien; el tipo tenía eso que se conoce como "humor". Pero esta letra pseudomística escrita por Tony Banks es bastante mala, así que excúsenme por permitir que algo así se encaramara hasta tan elevados escalafones de la lista. Ocurre que todo el resto, o sea la parte musical, es para caerse de espaldas. Si bien Genesis ganó popularidad hacia finales de los setenta como banda hitera al comando del nefasto Phil Collins, sus orígenes son sinfónicos - rock sinfónico de lo más atildado y británico - con Peter Gabriel como líder, y Phillip haciendo lo que mejor le sale, que es tocar la batería. Si bien no hay reparo en aceptar que el Genesis de Collins tiene un puñado de buenos temas (cosa que no atestiguaremos jamás en su terrible carrera solista), lo que les presento aquí está enclavado en el corazón de la era Gabriel, esa obra maestra llamada Selling England By The Pound. Firth Of Fifth es el ejemplo magno de cómo hacer rock progresivo como la gente. ¿Qué le falta? Nada... ¿Qué tiene? Una intro de piano brillante, una melodía vocal imponente y una sección media instrumental que nos impide dar crédito a nuestros oídos. La melodía de guitarra que toca Hackett es un ascenso a los cielos en carne viva, e incluso la festichola de sintetizadores que se manda Banks suena imponente. En suma, virtuosismo puesto al servicio de una composición sin un solo segundo desperdicio.
#27. Avalanche - Leonard Cohen
Album: Songs Of Love And Hate (1971).
Letra y música por Leonard Cohen.
Lírica clave: "I stepped into an avalanche, it covered up my soul".
Resulta muy apropiado que una canción como Avalanche pertenezca a un disco titulado Songs Of Love And Hate porque, justamente, ¿Es esta una canción de amor, de odio, o de ambas cosas a la vez? Si hay algo que caracteriza a las letras del primer Cohen es ese simbolismo intrincado que hace imposible definir con certeza qué diantres nos está queriendo decir el tipo. Pero bueno, ¡Esa es la gracia!: cada uno puede interpretar lo que la propia imaginación sugiera, y aun si no estamos de humor para ponernos descifrar metáforas, las meras palabras destilan un poderío terrible que ningún otro poeta del rock (¿salvo Dylan? nótense los signos de pregunta) sería capaz de lograr. En el caso de Avalanche, esto es más que evidente. La sola línea inicial ("I stepped into an avalanche / It covered up my soul") encarna la gran belleza poética de una lengua, la inglesa, que desde nuestro florido romance solemos asociar con lo utilitario. Ahora, qué significa esto de entrar en una avalancha, cada uno sabrá. Interpretaciones de esta canción hay de todos los colores: desde quienes la leen como una plegaria desafiante a Dios hasta los que creen que trata sobre el desorden de la bipolaridad (!!!). Nuevamente ¿Quién puede saberlo? Yo tan solo percibo que las palabras son de una dureza tal que se me congela hasta el tuétano, y la vibración imposiblemente oscura que conjura Cohen con esa voz de mal tipo no hace las cosas mucho más soleadas que digamos. Las primeras estrofas son odiosas, las últimas dos parecen ser de amor, pero de un amor problemático y cruel. Como sea, cada vez que escucho a Cohen, sobre el final, arrancar con ese "I have begun to long for you / I, who have no greed / I have begun to ask for you / I, who have no need / You say you've gone away from me / But I can feel you when you breathe" juro que me hago chiquito como una pelusa. Una canción de la reputamadre.
#26. I Want To Take You Higher - Sly And The Family Stone
Album: Stand! (1969).
Letra y música por Sly Stone.
Lírica clave: "Boom shaka-laka-laka Boom shaka-laka-laka".
Dificilmente haya una antítesis más pronunciada entre dos temas contiguos de esta lista ¿No? Después de casi cortarnos las venas con la intelectualidad solemnísima de Cohen, no se me ocurrió mejor idea que mechar esta jubilosa celebración que solo requiere de nosotros una cosa: cuerpo. Cuerpo, éxtasis, baile, danza, rito, carnaval, sexo, vida. Todo desbordándose por los poros, por las cavidades, por la electricidad de los nervios florecientes. El supremo padrino del funk, Sly Stone, concibe aquí a la madre-tierra de todos los grooves habidos y por haber. Una cosa grasienta, obesa, machacona y drogadicta que verdaderamente no se puede comparar con ninguna otra cosa que haya dado la música. A diferencia del resto de las canciones de Stand!, acá no hay mensaje político que valga. Nada: "I want to take you higher, baby light my fire, etc.". Es para subir el volumen hasta el tope de los topes y hacer que reviente todo. No hay mejor trasposición de la promiscuidad al lenguaje misterioso de la música: trompetas, bronces, guitarras psicóticas, órganos enloquecidos, armónicas virulentas, un bajo endemoniado, y un montón de voces gritando hasta desangrarse. La más gloriosa orgía que pueda entrar por los oídos, y envenenarnos la cabeza.
#25. Song To The Siren - Tim Buckley
Album: Starsailor (1970).
Letra y música por Tim Buckley.
Lírica clave: "Here I am, here I am, waiting to hold you".
Ya pasamos por Buckley hijo en este periplo de canciones. Ahora - esta lista es un affaire muy familiero - aparece Papá Tim, y lo hace también con una canción de amor. Igual hay que decir una cosa: llamar "canción de amor" a Song To The Siren es una banalidad vergonzosa. Claro que sí. Porque Song To The Siren es, en realidad, LA canción de amor. Ok, bien, puede que esté exagerando. Pero no tanto: todo en esta delicada pieza converge en la más abrumadora belleza que pueda un humano proyectar hacia la humanidad. La melodía es una cosa tan simple, y sin embargo tan hermosa. La letra es una cosa tan simple, y sin embargo tan hermosa. Y la suprema voz del tipo exhala con un sentimiento y una pureza tal que me desbordan las emociones por todas partes. "Did I dream you dreamed about me?" se pregunta Tim, admitiendo que "I am puzzled as the newborn child / I am troubled at the tide". ¿Con cuánta más hermosura se puede expresar esa confusión total que se experimenta solo ante amor? Pero la sirena, la mujer amada, responde desde su roca con su canto: "Touch me not, touch me not, come back tomorrow / O my heart, o my heart shies with the sorrow", prolongando la ansiedad, la espera, la angustia. Porque nunca nada es tan sencillo, ni tan perfecto, cuando se ama. A veces Song To The Siren me parece una de esas cosas que no pudieron haber sido escritas por un tipo de carne, hueso y con mal aliento. Pero mejor no sigo porque lloriqueo como un boludo; mejor les dejo esta gran versión en video (con la letra algo modificada), no sin antes dejar anotado que Tim Buckley no solo es una de las más grandes voces de la historia, sino un experimentador de grueso calibre. Al que no me crea, que intente darle una oida a Starsailor sin que la cabeza le salte en pedazos.
Long afloat on shipless oceans
I did all my best to smile
til your singing eyes and fingers
Drew me loving to your isle
And you sang: sail to me, sail to me, let me enfold you
Here I am, here I am, waiting to hold you
Did I dream you dreamed about me?
Were you hare when I was fox?
Now my foolish boat is leaning
Broken lovelorn on your rocks,
For you sing: touch me not, touch me not, come back tomorrow
O my heart, o my heart shies from the sorrow
I am puzzled as the newborn child
I am troubled at the tide
Should I stand amid the breakers?
Should I lie with death my bride?
Hear me sing: swim to me, swim to me, let me enfold you
Here I am, here I am, waiting to hold you
#24. "Heroes" - David Bowie
Album: "Heroes" (1977).
Letra y música por David Bowie & Brian Eno.
Lírica clave: "We can be heroes, just for one day".
Siguiendo la inercia de las canciones de amor, llegamos a "Heroes" (sí!! va con comillas, siempre!). Esta vez me van a tener que permitir la indulgencia de incluir lo que es, a todas luces, un abonado preferencial a este tipo de listas. Si bien muchas de las letras de Bowie son bastante buenas, con toda la parafernalia estética en la que solía meterse, es algo dificil tomarse a pecho sus poses. "Heroes" es, claro está, una gran excepción; es uno de esos temas que simplemente emocionan. Y eso no implica que esta vez la producción haya sido dejada en un segundo plano; más bien lo contrario. Se grabó en Berlin para empaparse de atmósfera; Robert Fripp voló desde Estados Unidos para completar todas sus partes de guitarra en un solo día; Toni Visconti utilizó tres micrófonos para tomar la voz de David; Brian Eno tocó varios sintetizadores con osciladores desafinados y toda la bola. El resultado está a la vista: una masa de sonido imponente - escuchen esa prolongada letanía de Fripp - que concuerda a la perfección con el espíritu épico del título de la canción y su lírica. Hablando del título de la canción, bien, se escogió como guiño al mismo tema de NEU! que inclui en esta lista hace un par de tandas. Al principio iba a ser un instrumental (el álbum tiene varios), pero a último momento se decidió incluir palabras y lanzarlo como single. Y qué bien que lo hayan hecho, porque la letra es una maravilla: la historia de los dos amantes berlineses separados por el inefable muro es brillante; su encuentro furtivo y final - con las balas silbando sobre sus cabezas - es ya un cuadro consagrado de la mitología del rock.
#23. Northern Sky - Nick Drake
Album: Bryter Layter (1970).
Letra y música por Nick Drake.
Lírica clave: "Oh if you would and you could straighten my new mind's eye".
"I never felt magic crazy as this / I never saw moons knew the meaning of the sea", canta Nick Drake al comienzo de Northern Sky, y a pesar de que la idea se supone alegre, aún es tristeza lo que corre por su voz. Qué le vamos a hacer. La historia de Nick Drake siempre fue triste y no terminó de la mejor manera: murió enfermo, a los 26 años, internado en casa de los viejos. Ninguna flaca le había dado bola. Había grabado tres álbumes inmensos que nadie había escuchado (aunque se hizo famoso y millonario póstumamente). Era un tipo introvertido hasta extremos poco sanos; solía subirse el auto para manejar por ahí durante horas, y no hay un solo registro filmado de su persona (solo fotos). Con toda esta info, debemos suponer que lo que finalmente encuentra en Northern Sky es imaginación pura o, en todo caso, algo así como un amor no correspondido (¿pero reconfortante?). Sea como sea, la descripción de ese hallazgo conmueve: "Been a long time that I'm waiting / Been a long time that I'm blown / Been a long time that I've wandered / Through the people that I've known / Oh if you would and you could / Straighten my new mind's eye". Esta última referencia a una "nueva mente" siempre me pareció especialmente genial, porque pienso que eso es lo que podemos adquirir cuando nos enamoramos de alguien y nos dejamos llevar: una nueva mente. La instrumentación etérea que acompaña - Bryter Layter es el álbum más "lleno" que hizo Drake - no hace más que realzar la sensación de un momento trascendente de la vida. Esas campanitas, ese órgano abrigado, cada vez que los escucho me parece estar al atardecer en algún lugar pacífico rodeado de montañas. Y no hace falta decir mucho más: una canción preciosa.
#22. Sympathy For The Devil - The Rolling Stones
Album: Beggars Banquet (1968).
Letra y música por Mick Jagger & Keith Richards.
Lírica clave: "Please to meet you, hope you guess my name".
El solo nombre de Sympathy For The Devil instala en la imaginación un aura mítica. Su proceso de grabación fue filmado por Jean-Luc Godard, y las leyendas insisten en que era esta la canción que los Stones estaban tocando en Altamont cuando se produjo el asesinato de Meredith Hunter en manos de los Hells Angels (aunque era, en realidad, Under My Thumb). ¿Qué tiene esta canción que aviva tanto fuego sacro su alrededor? Al principio ni yo mismo lo podía saber: confieso que cuando finalmente escuché la versión original de estudio quedé algo decepcionado; basicamente esperaba algún tipo de rocker prototípico onda Jumping Jack Flash (o incluso como la versión en vivo que puede escucharse en Get Yer Ya-Ya's Out!). En lugar de eso ¿Qué nos aparece? Pues esta insólita samba vudú que pareciera nunca terminar de explotar, además de que la secuencia de acordes es tan básica que se diría casi tonta. Y sin embargo el tiempo me ha ayudado a ir descubriendo de a poco sus sutilezas, esas que la convierten en una de las grabaciones seminales del rock y, seamos rimbombantes, en uno de los hitos artísticos más magnéticos de nuestra cultura. La caracterización que Mick Jagger hace de Lucifer, como un señor distinguido que vaga por el mundo inspirando los hechos sangrientos de la historia (crucifixión de Jesús, revolución rusa, nazismo, etc.) podría haber sido una bufonada. No lo es. De hecho, no solo es bastante creíble, sino que asombra la vida que le va dando Jagger a su performance, sacándose más y más y más a medida que hace avanzar el dramatismo de la canción. Los excelentes arreglos, inspirados por Keith Richards, aportan por su parte un ambiente humeante de congas, maracas, pianos desenfrenados, un aplastante bajo (Richards otra vez, no Wyman) y esos célebres, cuasi-satánicos "woo-woo!". Y en el clímax, ese famoso solo de guitarra, cuya irrupción violenta, abrasiva, serpenteante, es uno de los instantes más gloriosos de que haya conocido la música rock.
#21. After The Flood - Talk Talk
Album: Laughing Stock (1991).
Letra y música por Tim Friese-Green & Mark Hollis.
Lírica clave: "Shake my head, turn my face to the floor".
Laughing Stock no solo es el mejor disco de los años 90, sino que además es una de esas obras que claramente trascienden la idea básica de lo que significa "hacer música". Escoger un solo tema de aquí supone una banalidad dolorosa que de todas formas vale la pena. Y digo banalidad, porque es un álbum que debe vivirse entero, que no se puede descomponer en temas que nos gustan más y que nos gustan menos. Es una unidad, y una que es obligatorio escuchar sin distracciones, con las luces apagadas, dejando que cuerpo y alma se vayan desagotando de a poco hacia un mundo impregnado de sonidos que podemos tocar. También digo que vale la pena, simplemente porque sería un insulto no incluir a Talk Talk en la lista. Banda insólita si las hay: empezaron en 1984 como new-romantics bien ochentosos (una especie de Duran Duran pero más berreta). Pronto lograron pegarla con el single It's My Life - reflotado hace poco por No Doubt - pero no pudieron sostener el éxito, lo cual les valió por mucho tiempo el célebre epiteto de "one hit wonder". Con los años, el mundillo musical descubrió que los tipos en realidad siguieron trabajando, alejándose de su estética original en pos de terrenos experimentales nunca antes explorados. Tan brusca fue la jugada que la compañía discográfica los echó al diablo (grabaron este disco para un sello de jazz) y la banda acabó por desintegrarse. El resultado de este inmenso sacrificio artístico quedó plasmado en un par de álbumes que no merecen ser mancillados con la torpeza del lenguaje: Spirit Of Eden, de 1988 y lo que sería su última placa, Laughing Stock, de 1991. Hoy en día estos discos son considerados una influencia masiva para la música que vino después; Thom Yorke, por ejemplo, es fanático de lo que Talk Talk hace acá (se nota en la obra de Radiohead). Yo también soy fanático. Con respecto al tema que aleatoriamente elijo aquí, After The Flood, podría caracterizarla como un Arca de Noé musical de diez minutos, con un solo de guitarra que te hace ver seres en la noche (lógico, fallé, es que no se puede describir). De todas formas, sugiero no escucharla en el contexto de la lista. Sugiero, en serio, conseguir el álbum y dejarse llevar por una experiencia que es lo más cercano a una "purificación del alma" que puede conseguirse a través de la música.
Album: Wheels Of Fire (1968).
Letra y música por Jack Bruce & Pete Brown.
Lírica clave: "Now my heart is drowned in no love streams".
Los fundadores del power-trio tienen dos megaclásicos que bien podría haber incluido acá, pero oh! no habría sido nada original de mi parte. Todo el mundo conoce Sunshine Of Your Love - su riff es ya una postal musical - y casi todo el mundo conoce White Room, por la que estuve a punto de inclinarme. Ahora; nadie conoce Deserted Cities Of The Heart, y es hora de que alguien la conozca. Filtrando el fin de algún amor a través de una sugestiva imaginería apocalíptica en la letra ("In times of old / In days gone by / If I could catch your dancing eye"), Cream pone sexta marcha desde el principio hasta el fin, sin ceder un solo instante exceptuando esas memorables frazadas de violoncellos que nos interceptan cada tanto. Es una de esas canciones que retumban con fiebre, que verdaderamente palpitan. La melodía y los acordes son difusos, casi no se pueden aprehender, pero la demolición rítmica que le inducen al tema es algo que corta la respiración. Y eso pasa antes incluso de llegar al clímax, que arremete con uno de esos solos de guitarra desbordantes que solía mandarse Eric Clapton antes de descubrir su vocación de viejo choto. El tema más intenso de Cream, lo cual no es decir poco.
#29. I'll Feel A Whole Lot Better - The Byrds
Album: Mr. Tambourine Man (1965).
Letra y música por Gene Clark.
Lírica clave: "And I'll probably feel a whole lot better when you're gone".
Seguimos con amores que terminan, pero si la perspectiva de Cream solo nos trae oscuridad y espanto, esta vez los Byrds nos vienen con el lado alegre de la cuestión. En Argentina a este tema lo tenemos recontra gastado gracias a la versión de Charly García que - por la traducción libérrima que hace - pierde el elemento distintivo que define a la canción: el cantante, después de largar a la ploma de la novia, declara que probablemente se sienta mucho mejor cuando ella se vaya. Es decir: probablemente sí, pero tal vez no. ¿Quién sabe? Ese extraño elemento de duda, ahí suspendido, ahí rezagado, es la pequeña cuota de genialidad con la que Gene Clark sabe inmortalizar el tema. Después de todo ¿Cuántas veces estamos completamente felices al mandar a la m* a alguien? Toda una cuestión para el debate planteada a través de una mísera palabrita en un mísero tema pop. Igual, el ánimo de la canción se va totalmente hasta las nubes; con su melodía eterna, con esas hermosas armonías vocales típicas de los primeros discos de los Byrds y con el irresistible solo de McGuinn (la mítica Rickenbaker de doce cuerdas y ese sonido). I'll Feel A Whole Lot Better es de esas canciones que catapultan cualquier fiesta, que levantan cualquier moral, incluso en la versión de Charly. Pero lo más importante que prueba es que ya desde muy temprano, a pesar de ser más recordados por sus pasteurizados covers de Bob Dylan, los flacos estos tenían en Clarke a un compositor original laburando con todas las luces.
#28. Firth Of Fifth - Genesis
Album: Selling England By The Pound (1973).
Letra y música por Tony Banks, Phil Collins, Peter Gabriel, Steve Hackett & Mike Rutherford.
Lírica clave: "Let it be revealed".
Cuando se trata de prog-rock suele ser mejor no prestarle mucha atención a las letras. Peter Gabriel la zafaba bien; el tipo tenía eso que se conoce como "humor". Pero esta letra pseudomística escrita por Tony Banks es bastante mala, así que excúsenme por permitir que algo así se encaramara hasta tan elevados escalafones de la lista. Ocurre que todo el resto, o sea la parte musical, es para caerse de espaldas. Si bien Genesis ganó popularidad hacia finales de los setenta como banda hitera al comando del nefasto Phil Collins, sus orígenes son sinfónicos - rock sinfónico de lo más atildado y británico - con Peter Gabriel como líder, y Phillip haciendo lo que mejor le sale, que es tocar la batería. Si bien no hay reparo en aceptar que el Genesis de Collins tiene un puñado de buenos temas (cosa que no atestiguaremos jamás en su terrible carrera solista), lo que les presento aquí está enclavado en el corazón de la era Gabriel, esa obra maestra llamada Selling England By The Pound. Firth Of Fifth es el ejemplo magno de cómo hacer rock progresivo como la gente. ¿Qué le falta? Nada... ¿Qué tiene? Una intro de piano brillante, una melodía vocal imponente y una sección media instrumental que nos impide dar crédito a nuestros oídos. La melodía de guitarra que toca Hackett es un ascenso a los cielos en carne viva, e incluso la festichola de sintetizadores que se manda Banks suena imponente. En suma, virtuosismo puesto al servicio de una composición sin un solo segundo desperdicio.
#27. Avalanche - Leonard Cohen
Album: Songs Of Love And Hate (1971).
Letra y música por Leonard Cohen.
Lírica clave: "I stepped into an avalanche, it covered up my soul".
Resulta muy apropiado que una canción como Avalanche pertenezca a un disco titulado Songs Of Love And Hate porque, justamente, ¿Es esta una canción de amor, de odio, o de ambas cosas a la vez? Si hay algo que caracteriza a las letras del primer Cohen es ese simbolismo intrincado que hace imposible definir con certeza qué diantres nos está queriendo decir el tipo. Pero bueno, ¡Esa es la gracia!: cada uno puede interpretar lo que la propia imaginación sugiera, y aun si no estamos de humor para ponernos descifrar metáforas, las meras palabras destilan un poderío terrible que ningún otro poeta del rock (¿salvo Dylan? nótense los signos de pregunta) sería capaz de lograr. En el caso de Avalanche, esto es más que evidente. La sola línea inicial ("I stepped into an avalanche / It covered up my soul") encarna la gran belleza poética de una lengua, la inglesa, que desde nuestro florido romance solemos asociar con lo utilitario. Ahora, qué significa esto de entrar en una avalancha, cada uno sabrá. Interpretaciones de esta canción hay de todos los colores: desde quienes la leen como una plegaria desafiante a Dios hasta los que creen que trata sobre el desorden de la bipolaridad (!!!). Nuevamente ¿Quién puede saberlo? Yo tan solo percibo que las palabras son de una dureza tal que se me congela hasta el tuétano, y la vibración imposiblemente oscura que conjura Cohen con esa voz de mal tipo no hace las cosas mucho más soleadas que digamos. Las primeras estrofas son odiosas, las últimas dos parecen ser de amor, pero de un amor problemático y cruel. Como sea, cada vez que escucho a Cohen, sobre el final, arrancar con ese "I have begun to long for you / I, who have no greed / I have begun to ask for you / I, who have no need / You say you've gone away from me / But I can feel you when you breathe" juro que me hago chiquito como una pelusa. Una canción de la reputamadre.
#26. I Want To Take You Higher - Sly And The Family Stone
Album: Stand! (1969).
Letra y música por Sly Stone.
Lírica clave: "Boom shaka-laka-laka Boom shaka-laka-laka".
Dificilmente haya una antítesis más pronunciada entre dos temas contiguos de esta lista ¿No? Después de casi cortarnos las venas con la intelectualidad solemnísima de Cohen, no se me ocurrió mejor idea que mechar esta jubilosa celebración que solo requiere de nosotros una cosa: cuerpo. Cuerpo, éxtasis, baile, danza, rito, carnaval, sexo, vida. Todo desbordándose por los poros, por las cavidades, por la electricidad de los nervios florecientes. El supremo padrino del funk, Sly Stone, concibe aquí a la madre-tierra de todos los grooves habidos y por haber. Una cosa grasienta, obesa, machacona y drogadicta que verdaderamente no se puede comparar con ninguna otra cosa que haya dado la música. A diferencia del resto de las canciones de Stand!, acá no hay mensaje político que valga. Nada: "I want to take you higher, baby light my fire, etc.". Es para subir el volumen hasta el tope de los topes y hacer que reviente todo. No hay mejor trasposición de la promiscuidad al lenguaje misterioso de la música: trompetas, bronces, guitarras psicóticas, órganos enloquecidos, armónicas virulentas, un bajo endemoniado, y un montón de voces gritando hasta desangrarse. La más gloriosa orgía que pueda entrar por los oídos, y envenenarnos la cabeza.
#25. Song To The Siren - Tim Buckley
Album: Starsailor (1970).
Letra y música por Tim Buckley.
Lírica clave: "Here I am, here I am, waiting to hold you".
Ya pasamos por Buckley hijo en este periplo de canciones. Ahora - esta lista es un affaire muy familiero - aparece Papá Tim, y lo hace también con una canción de amor. Igual hay que decir una cosa: llamar "canción de amor" a Song To The Siren es una banalidad vergonzosa. Claro que sí. Porque Song To The Siren es, en realidad, LA canción de amor. Ok, bien, puede que esté exagerando. Pero no tanto: todo en esta delicada pieza converge en la más abrumadora belleza que pueda un humano proyectar hacia la humanidad. La melodía es una cosa tan simple, y sin embargo tan hermosa. La letra es una cosa tan simple, y sin embargo tan hermosa. Y la suprema voz del tipo exhala con un sentimiento y una pureza tal que me desbordan las emociones por todas partes. "Did I dream you dreamed about me?" se pregunta Tim, admitiendo que "I am puzzled as the newborn child / I am troubled at the tide". ¿Con cuánta más hermosura se puede expresar esa confusión total que se experimenta solo ante amor? Pero la sirena, la mujer amada, responde desde su roca con su canto: "Touch me not, touch me not, come back tomorrow / O my heart, o my heart shies with the sorrow", prolongando la ansiedad, la espera, la angustia. Porque nunca nada es tan sencillo, ni tan perfecto, cuando se ama. A veces Song To The Siren me parece una de esas cosas que no pudieron haber sido escritas por un tipo de carne, hueso y con mal aliento. Pero mejor no sigo porque lloriqueo como un boludo; mejor les dejo esta gran versión en video (con la letra algo modificada), no sin antes dejar anotado que Tim Buckley no solo es una de las más grandes voces de la historia, sino un experimentador de grueso calibre. Al que no me crea, que intente darle una oida a Starsailor sin que la cabeza le salte en pedazos.
Long afloat on shipless oceans
I did all my best to smile
til your singing eyes and fingers
Drew me loving to your isle
And you sang: sail to me, sail to me, let me enfold you
Here I am, here I am, waiting to hold you
Did I dream you dreamed about me?
Were you hare when I was fox?
Now my foolish boat is leaning
Broken lovelorn on your rocks,
For you sing: touch me not, touch me not, come back tomorrow
O my heart, o my heart shies from the sorrow
I am puzzled as the newborn child
I am troubled at the tide
Should I stand amid the breakers?
Should I lie with death my bride?
Hear me sing: swim to me, swim to me, let me enfold you
Here I am, here I am, waiting to hold you
#24. "Heroes" - David Bowie
Album: "Heroes" (1977).
Letra y música por David Bowie & Brian Eno.
Lírica clave: "We can be heroes, just for one day".
Siguiendo la inercia de las canciones de amor, llegamos a "Heroes" (sí!! va con comillas, siempre!). Esta vez me van a tener que permitir la indulgencia de incluir lo que es, a todas luces, un abonado preferencial a este tipo de listas. Si bien muchas de las letras de Bowie son bastante buenas, con toda la parafernalia estética en la que solía meterse, es algo dificil tomarse a pecho sus poses. "Heroes" es, claro está, una gran excepción; es uno de esos temas que simplemente emocionan. Y eso no implica que esta vez la producción haya sido dejada en un segundo plano; más bien lo contrario. Se grabó en Berlin para empaparse de atmósfera; Robert Fripp voló desde Estados Unidos para completar todas sus partes de guitarra en un solo día; Toni Visconti utilizó tres micrófonos para tomar la voz de David; Brian Eno tocó varios sintetizadores con osciladores desafinados y toda la bola. El resultado está a la vista: una masa de sonido imponente - escuchen esa prolongada letanía de Fripp - que concuerda a la perfección con el espíritu épico del título de la canción y su lírica. Hablando del título de la canción, bien, se escogió como guiño al mismo tema de NEU! que inclui en esta lista hace un par de tandas. Al principio iba a ser un instrumental (el álbum tiene varios), pero a último momento se decidió incluir palabras y lanzarlo como single. Y qué bien que lo hayan hecho, porque la letra es una maravilla: la historia de los dos amantes berlineses separados por el inefable muro es brillante; su encuentro furtivo y final - con las balas silbando sobre sus cabezas - es ya un cuadro consagrado de la mitología del rock.
#23. Northern Sky - Nick Drake
Album: Bryter Layter (1970).
Letra y música por Nick Drake.
Lírica clave: "Oh if you would and you could straighten my new mind's eye".
"I never felt magic crazy as this / I never saw moons knew the meaning of the sea", canta Nick Drake al comienzo de Northern Sky, y a pesar de que la idea se supone alegre, aún es tristeza lo que corre por su voz. Qué le vamos a hacer. La historia de Nick Drake siempre fue triste y no terminó de la mejor manera: murió enfermo, a los 26 años, internado en casa de los viejos. Ninguna flaca le había dado bola. Había grabado tres álbumes inmensos que nadie había escuchado (aunque se hizo famoso y millonario póstumamente). Era un tipo introvertido hasta extremos poco sanos; solía subirse el auto para manejar por ahí durante horas, y no hay un solo registro filmado de su persona (solo fotos). Con toda esta info, debemos suponer que lo que finalmente encuentra en Northern Sky es imaginación pura o, en todo caso, algo así como un amor no correspondido (¿pero reconfortante?). Sea como sea, la descripción de ese hallazgo conmueve: "Been a long time that I'm waiting / Been a long time that I'm blown / Been a long time that I've wandered / Through the people that I've known / Oh if you would and you could / Straighten my new mind's eye". Esta última referencia a una "nueva mente" siempre me pareció especialmente genial, porque pienso que eso es lo que podemos adquirir cuando nos enamoramos de alguien y nos dejamos llevar: una nueva mente. La instrumentación etérea que acompaña - Bryter Layter es el álbum más "lleno" que hizo Drake - no hace más que realzar la sensación de un momento trascendente de la vida. Esas campanitas, ese órgano abrigado, cada vez que los escucho me parece estar al atardecer en algún lugar pacífico rodeado de montañas. Y no hace falta decir mucho más: una canción preciosa.
#22. Sympathy For The Devil - The Rolling Stones
Album: Beggars Banquet (1968).
Letra y música por Mick Jagger & Keith Richards.
Lírica clave: "Please to meet you, hope you guess my name".
El solo nombre de Sympathy For The Devil instala en la imaginación un aura mítica. Su proceso de grabación fue filmado por Jean-Luc Godard, y las leyendas insisten en que era esta la canción que los Stones estaban tocando en Altamont cuando se produjo el asesinato de Meredith Hunter en manos de los Hells Angels (aunque era, en realidad, Under My Thumb). ¿Qué tiene esta canción que aviva tanto fuego sacro su alrededor? Al principio ni yo mismo lo podía saber: confieso que cuando finalmente escuché la versión original de estudio quedé algo decepcionado; basicamente esperaba algún tipo de rocker prototípico onda Jumping Jack Flash (o incluso como la versión en vivo que puede escucharse en Get Yer Ya-Ya's Out!). En lugar de eso ¿Qué nos aparece? Pues esta insólita samba vudú que pareciera nunca terminar de explotar, además de que la secuencia de acordes es tan básica que se diría casi tonta. Y sin embargo el tiempo me ha ayudado a ir descubriendo de a poco sus sutilezas, esas que la convierten en una de las grabaciones seminales del rock y, seamos rimbombantes, en uno de los hitos artísticos más magnéticos de nuestra cultura. La caracterización que Mick Jagger hace de Lucifer, como un señor distinguido que vaga por el mundo inspirando los hechos sangrientos de la historia (crucifixión de Jesús, revolución rusa, nazismo, etc.) podría haber sido una bufonada. No lo es. De hecho, no solo es bastante creíble, sino que asombra la vida que le va dando Jagger a su performance, sacándose más y más y más a medida que hace avanzar el dramatismo de la canción. Los excelentes arreglos, inspirados por Keith Richards, aportan por su parte un ambiente humeante de congas, maracas, pianos desenfrenados, un aplastante bajo (Richards otra vez, no Wyman) y esos célebres, cuasi-satánicos "woo-woo!". Y en el clímax, ese famoso solo de guitarra, cuya irrupción violenta, abrasiva, serpenteante, es uno de los instantes más gloriosos de que haya conocido la música rock.
#21. After The Flood - Talk Talk
Album: Laughing Stock (1991).
Letra y música por Tim Friese-Green & Mark Hollis.
Lírica clave: "Shake my head, turn my face to the floor".
Laughing Stock no solo es el mejor disco de los años 90, sino que además es una de esas obras que claramente trascienden la idea básica de lo que significa "hacer música". Escoger un solo tema de aquí supone una banalidad dolorosa que de todas formas vale la pena. Y digo banalidad, porque es un álbum que debe vivirse entero, que no se puede descomponer en temas que nos gustan más y que nos gustan menos. Es una unidad, y una que es obligatorio escuchar sin distracciones, con las luces apagadas, dejando que cuerpo y alma se vayan desagotando de a poco hacia un mundo impregnado de sonidos que podemos tocar. También digo que vale la pena, simplemente porque sería un insulto no incluir a Talk Talk en la lista. Banda insólita si las hay: empezaron en 1984 como new-romantics bien ochentosos (una especie de Duran Duran pero más berreta). Pronto lograron pegarla con el single It's My Life - reflotado hace poco por No Doubt - pero no pudieron sostener el éxito, lo cual les valió por mucho tiempo el célebre epiteto de "one hit wonder". Con los años, el mundillo musical descubrió que los tipos en realidad siguieron trabajando, alejándose de su estética original en pos de terrenos experimentales nunca antes explorados. Tan brusca fue la jugada que la compañía discográfica los echó al diablo (grabaron este disco para un sello de jazz) y la banda acabó por desintegrarse. El resultado de este inmenso sacrificio artístico quedó plasmado en un par de álbumes que no merecen ser mancillados con la torpeza del lenguaje: Spirit Of Eden, de 1988 y lo que sería su última placa, Laughing Stock, de 1991. Hoy en día estos discos son considerados una influencia masiva para la música que vino después; Thom Yorke, por ejemplo, es fanático de lo que Talk Talk hace acá (se nota en la obra de Radiohead). Yo también soy fanático. Con respecto al tema que aleatoriamente elijo aquí, After The Flood, podría caracterizarla como un Arca de Noé musical de diez minutos, con un solo de guitarra que te hace ver seres en la noche (lógico, fallé, es que no se puede describir). De todas formas, sugiero no escucharla en el contexto de la lista. Sugiero, en serio, conseguir el álbum y dejarse llevar por una experiencia que es lo más cercano a una "purificación del alma" que puede conseguirse a través de la música.
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9 comentarios:
Primero, gracias por poner una hermosura, una pizca de canela en el té, del Bryter Layter.
Pero sigo sin entender tu postura sobre el prog. ¿Por qué no prestarle atención a las letras? ¿Te parecen ridículas? ¿Cómo que Gabriel apenas "la zafaba"? ¿Cómo que Genesis etapa Collins tiene "un puñado" de canciones buenas? ¿Y A Trick of the Tail, Wind & Wuthering? ¿Y el Genesis post 1978, que entregó pop rock radiable, es verdad, pero de gran calidad?
"Firth of Fifth" es un temazo, sí, pero tu postura al respecto me enoja. ¡Carajo!
(no lo tomes a mal, es una discusión apasionada nomás)
#24. "Heroes" - David Bowie
:D
Ey, Perry! Todo bien. ERA momento de que esta lista generara algún tipo de discusión. Tal vez malinterpretes un poco mi postura sobre el progresivo. Como dije antes, me gusta "Tales From Topographic Oceans", y creo que eso lo dice todo. Lo que pasa es que no es un género que me entre mucho por las letras (que por lo general son algo, como decirlo, ¿forzadas? ¿aparatosas?) ni tampoco por el virtuosismo que puedan tener los flacos que tocan. Me gusta cuando la creatividad y las ganas de seducir se imponen por sobre el mero show-off técnico, que es una tentación muy fuerte para este tipo de músicos. El Genesis de Gabriel (del cual sugerí un tema para tu último compilado) me encanta porque tiene eso; no están todo el tiempo jactándose de "mirá que grosos y complicados que somos". Las letras de Gabriel están bien, pero tampoco es que me emocionan; a veces tienen demasiados guiños oscuros que se me escapan (siempre hay excepciones: la primera parte de Supper's Ready es una hermosura). También me gustan mucho Pink Floyd, King Crimson, la mejor época de Yes, Caravan, algunas cosas de ELP, la mayoría de Gentle Giant, etc. Solo que cuando me da la impresión de que están siendo complejos por la complejidad misma, me dan impulsos de ir a escuchar algo de Bob Dylan o Neil Young.
Con respecto al Genesis de Callins. "Trick Of The Tail" es magnífico (ahí está gran parte del "puñado", jeje), "Wind & Wuthering" me parece mediocre, y la corriente más pop que siguieron después, como dije, tiene sus grandes momentos, pero en general es un poco anodina. Es decir, no es proporcional lo que el Genesis de Gabriel es al prog con lo que el Genesis de Collins es al pop. ¿Me explico? Probablemente no. "Mama", por ejemplo, me parece un tema bastante choto. De todas maneras reconozco que es una zona del catálogo genesiano al que le debo más escuchas atentas.
Saludos!
Objeción!
Me parece que la versión de Charly del tema de los byrds está medio mal leída. No es una "traducción libérrima", es una vuelta de tuerca, justamente por eso que decís.
Ok, "probably" marca ese "extraño elemento de duda, ahí suspendido, ahí rezagado", y está bien. Pero la contundencia que tiene el verso de Charly, "ahora se que me siento mucho más fuerte sin tu amor", es monstruosa. Claramente lo que pasó en el transporte del inglés al castellano no fue que le pifió por ignorante, o que le importó poco ser fiel, sino que se busca un efecto distinto. Por el uso de los tiempos verbales ya tenés un dato: "I'll probably" y "ahora sé que" están a tantos años luz de distancia en términos de significado que lo forzado sería pensar que pretenden ser lo mismo.
Además Charly conoce bastante bien el inglés como para haber cometido ese error tan cabeza. Yo creo que más bien se habrá preguntado "si se versiona la música de un tema, por qué no versionar la música". Y más allá de la intensión, insiste en remarcar el resultado: "ahora sé que me siento mucho más fuerte sin tu amor", uff...
Pensalo por ese lado. Después contame.
Cariños.
Errata: donde decía "si se versiona la música de un tema, por qué no versionar la música", quería decir "por qué no versionar la letra". Colgué.
Hola Dante. Está bien la aclaración que hacés. Cuando yo digo que con Charly se pierde el elemento distintivo no quiero implicar que el tipo lo hizo de ignorante o de burro. Por eso hablo de traducción "libérrima"; está claro que le quiso dar otro sentido y está bien, es válido que así sea. Solo que, para mi gusto, se pierde lo más original que tiene la canción, que es el elemento de ambigüedad o duda, que hace más "real" la versión de los Byrds. Igual no creo que si Charly hubiese respetado ese elemento su versión habría sido necesariamente mejor. Siento que está bien tener las dos versiones, para cantar o escuchar según el humor.
Un saludo!
Ahora logro captarte un poco más, después de todo, a mí también me molestan mucho las demostraciones altaneras del estilo de Dream Theater, el G-3, etc.
Respecto a Genesis, por su puesto que la etapa Gabriel no tiene par (Foxtrot, por Dios...), aunque sí una cierta continuidad en los maravillosos "A Trick of the Tail" y "Wind and Wuthering", sobre el cual disiento contigo, ya que adoro, me apasiona su clima otoñal, oscuro y a la vez romántico, empero con un Hackett algo deslucido, diciendo adiós. Muchos fans aseguran que éste es el último gran disco de Genesis (tal vez yo sea uno de ellos)... pero me encanta apreciar a esa banda globalmente; lo mismo me ocurre con Floyd (no obstante, la compilación Echoes, que combina indiscriminadamente todas las etapas, me parece un bochorno).
Saludos.
Tal cual Perry. Qué engendro que es ese Echoes. Si hay un grupo que no da para compilados, ese es Pink Floyd. (Si da para incluir un tema suyo en una lista de los 100 mejores temas del rock :P)
Al G-3 lo fui a ver una vez al Luna porque supuestamente tocaba Robert Fripp (tocó sus soundscapes mientras todos lo chiflaban y él sonreía entre dientes). Un gran fiasco. La música como circo de acrobacias. No me lleva mucho a ninguna parte.
Los temas que conozco(5 en total) estan bastante bien, asi que bajko y luego doy una mejor opinion.
Puede ser una cosa mia pero siempre ha encontrado Heroes un poco sobrevalorada, al menos que pongas Life In Mars?, Rock N'Roll Suicide, Ziggy Stardust y Ashes To Ashes, heroes esta juestificada, de todos modos solo es mi opinion, saludos
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