#10. The Great Curve - Talking Heads
Album: Remain In Light (1980).
Letra y música por David Byrne, Brian Eno & Talking Heads.
Lírica clave: "The world moves on a woman's hip".
No se puede refutar: el mundo se mueve sobre las caderas de una mujer, y punto. Acaso una de las conclusiones filosóficas más jugosas (o sexys) que aparecen en un tema rock. Pero pará; ¿Alguien dijo "rock"? Hay que ser atrevido para poner etiquetas de esa calaña ("tema", "rock") a esta telekinesis inverosímil de polifonías, ritmos de jungla y vaya uno a saber qué otros artilugios. Remain In Light es uno de esos álbumes tan influyentes que, paradójicamente, nadie ha podido imitar jamás. Ni falta hace; que se haya publicado en 1980 en este caso no pasa de mera anécdota, porque es un álbum que gira más allá del tiempo terrestre. Algún oyente ávido de anclajes encontrará asociaciones con la actual música electrónica; otros con el movimiento world-music o tal vez con el muy posterior trip-hop. Pero al fin y al cabo lo que triunfa sobre la palabra es la confusión y la música. En The Great Curve David Byrne comienza declamando que "sometimes the world has a load of questions / seems like the world knows nothing at all". Una de esas preguntas, diría yo, es qué estaban pensando los flacos éstos al pergeñar tan inhumano groove, que arranca por el lado del funk para culminar en un mantra glorioso de voces y un par de alocados solos invitados de Adrian Belew. ¿Cómo lo hicieron? ¿Cómo se les ocurrió? Parece que el mundo, realmente, no sabe nada. Lo mejor es parar de hacer preguntas, subir el volumen bien alto, ajustarse los cinturones y dejarse zarandear por este mamotrético diluvio de asteroides. Inolvidable.
#9. Sheep - Pink Floyd
Album: Animals (1977).
Letra y música por Roger Waters.
Lírica clave: "Have you heard the news? The dogs are dead!".
El inicio de Sheep es una perfecta acuarela de la engañosa calma que antecede a la tormenta. "Only dimly aware of a certain unease in the air" vocifera Waters en la primera estrofa; acaso no haya mejor analogía musical que los teclados de Wright y el pulso de Waters surgiendo de fondo como un espectro intranquilo. Todavía me acuerdo de la exacta primera vez en la que escuché esa intro: "acá va a haber bardo", pensé. Y tenía razón. Solo una banda como Pink Floyd es capaz de crear un clima tan poderoso con el mínimo de recursos, y este sanguinario epílogo de Animals está entre los mejores ejemplos. Porque Sheep, si nos ponemos a analizar, es poco más que pura textura. Ahora bien, ¡qué textura!. La simpleza de la composición es tan llamativa como la escandalosa maestría de estos tipos para articular cada sonidito en el momento preciso - de tal forma que, diría Borges (a quien, se rumorea, le gustaba mucho Floyd), parecen articular directamente el momento, siendo el sonido mera extensión material del mismo. Los micro-instantes sublimes que se encuentran aquí son tantos, que enumerándolos terminaríamos "narrando" la canción entera. Lo importante, lo realmente importante, es esa tensión asfixiante que van montando, para largar todo en una catarsis guitarrera final que nos arranca el corazón. Como ha ocurrido ya con otras canciones de la lista, la cosa pierde buena parte de su peso fuera del contexto del brillante Animals, en el que Waters imagina a la madre de todas las revoluciones aniquilando por fin al capitalismo. Cuánto faltará para eso, quién lo sabe; solo se me ocurre que Sheep sirve muy bien de metáfora para la acumulación de mierda que década tras década propicia este "fin de la historia", hasta que un día (un siglo) la cuerda se va a cortar y cada uno a correr por lo suyo. Para entender entonces de qué se trata el asunto, aconsejo dejar de leer ahora mismo y remitirse, otra vez, al mejor álbum de Pink Floyd (que imagino ya han escuchado todos, como corresponde). En mi defensa, puedo esgrimir que no he incurrido en la travestía del compilado Echoes, que la incluye a costa de la infamia de ¡EDITARLA! ¿A quién se le ocurre editar la perfección? ¡Pues a los mismos miembros de Pink Floyd, claro! El dinero todo lo puede. Solo se lo perdono a Roger por haberla incluido en el setlist de su última gira y haber llenado River de oscuridad y miedo, para mi deleite.
#8. Marquee Moon - Television
Album: Marquee Moon (1977).
Letra y música por Tom Verlaine.
Lírica clave: "All this time with the marquee moon, but just waitin'".
¿Por qué termino optando por el tema titular cuando muy bien podría haber escogido Elevation (como sugirió Corvino), Friction (casi, casi) o Venus? ¿Es solo por bautizar con su nombre a uno de los álbumes más orgásmicos jamás grabados? ¿Es solo porque es más larga y, por lo tanto, tiene ese regusto épico que correspondería a un top-ten ambicioso como éste? ¡Probablemente! En realidad no tengo ni idea. Es una canción perfecta, pero lo mismo puede decirse del resto del disco; tomémosla entonces como una elección de carácter aleatorio para representar a una de esas bandas y a uno de esos álbumes que previsiblemente iban a terminar apareciendo entre las diez primeras de la lista. Yo quería ser original, pero llega un punto donde ya no se puede. Desde la misma hora cero en la que comienza el riff, esa dialéctica guitarrera entre el Marx y el Engels del rock (Verlaine y Lloyd), queda bastante claro que esto será cosa de una vez en la vida. Hasta mi viejo entró una vez a mi cuarto, mientras Marquee Moon sonaba a todo culo, y me dijo: "che, esto es bueno". Mi viejo, que no oye más que ruido en todo lo que no sea Pink Floyd, Piazzolla o Beethoven. Verdaderamente es poco lo que se me ocurre para decir sobre esta perfecta obra de arte, que incorpora influencias de la psicodelia y el garage-rock de los 60's, barnizándolas con una capa de refinamiento compositivo inédito. La parte media instrumental; el descomunal solo de Tom Verlaine y su celestial disolución entre aleteos y milagros, está entre los momentos más trascendentales de la música del siglo XX. Once minutos se hacen casi que demasiado poco; para escuchar con la luz apagada y la mente encendida.
#7. Tin Soldier - The Small Faces
Album: single (1967).
Letra y música por Ronnie Lane & Steve Marriott.
Lírica clave: "I'm a little tin soldier that just wants to jump into your fire".
Steve Marriott había empezado a cocinar este temita para que lo cantara P.P. Arnold (una artista de gospel de la época), pero le terminó saliendo tan bien que al final decidió quedárselo para él y su banda, los Small Faces (aunque Arnold aparece haciendo coros). El resultado: un clásico de todos los tiempos que, por desgracia o por fortuna, casi nunca se lo reconoce en su justa dimensión. A los que alguna vez fuimos niños quizá nos hayan contado un cuento de Andersen llamado "El soldadito de plomo", una desgarradora fábula - algo psicodélica también - en la que dos jueguetes enamorados, tras varios desencuentros, deben inmolarse en el fuego de una estufa para realizar plenamente su amor. Inspirado por esa mágica (y trágica) conclusión, Marriott nos brinda una de las canciones románticas más ardorosas y urgentes jamás concebidas. "I am a a little tin soldier that wants to jump into your fire" canta en el comienzo, y el sentimiento en su voz - hablamos de un cantante del carajo - arde ya con una pasión difícil de asimilar. El resto de este fulminante rocker (el riff es tan antológico que los Stones lo imitaron en su semi-hit Heartbreaker) no hace más que aumentar y aumentar y aumentar; la sensación de abandono se va completando hasta explotar en un final que me deja estupefacto cada vez. Si algo parece quedar claro - en la canción y en el cuento - es que amar de verdad implica desintegrarse por completo. Y hay que tener huevos. Marriott se tomó el mensaje tan a pecho que, en 1991, efectivamente murió quemado al incendiarse su casa por accidente. ¿Casualidad? Difícilmente; más bien pienso en los extraños vaivenes del destino, que en este caso hacen a Tin Soldier vivir y retumbar más que nunca.
#6. Riders On The Storm - The Doors
Album: L.A. Woman (1971).
Letra y música por John Densmore, Robbie Krieger, Ray Manzarek & Jim Morrison.
Lírica clave: "Into this house we're born, into this world we're thrown".
Riders On The Storm es la despedida oficial de Jim Morrison de la música grabada. Nada menos. Hasta último momento los Doors siguen explorando los más lejanos páramos del rock y la psiquis humana, retomando la cenagosa senda de opus como The End, When The Music's Over o The Soft Parade con un estilo mucho más "lounge" y jazzero pero no por eso menos perturbador. Los inquietantes fraseos de Morrison ("There's a killer on the road / His mind is squirmin' like a toad") son hábilmente doblados por un susurro fantasmagórico que congela la sangre, como si el tipo cantara a dúo con el propio espectro en el que pronto se iba a convertir; Roby Krieguer no se queda atrás y ameniza con un par de carnosos lenguetazos de guitarra a la Morricone; John Densmore regula sístole y diástole con el más impecable swing. Pero la vedette de la noche - porque este tema indudablemente ocurre de noche (y con lluvia, claro está) - es Ray Manzarek y ese legendario solo de teclado rhodes, una delicatessen sonora que podría escuchar treinta veces seguidas sin pestañear. Entre tanto; ¿quiénes son estos misteriosos jinetes en la tormenta?, ¿quiénes son estas figuras ecuestres que aparecen y desaparecen bajo ominosas cortinas de lluvia? Tal vez seamos nosotros mismos, seres perdidos en la inmensidad del universo taciturno, yendo para donde podemos, sin ver, sin siquiera adivinar cuál es el futuro y con la muerte aguardando, seguro, a la vuelta de cada recodo (lo cual fue tan cierto para Jim como lo es para todos los demás). Tal vez solo esté alucinando. Lo cual no deja de ser apropiado: porque sí, porque es una canción alucinante.
#5. Won't Get Fooled Again - The Who
Album: Who's Next (1971).
Letra y música por Pete Townshend.
Lírica clave: Meet the new boss, same as the old boss
Hay algo profundamente irónico en Won't Get Fooled Again; para ser un himno al escepticismo, la banda le pone bastante convicción. Townshend advierte al mundo que ya no serán engañados otra vez con falsas revoluciones y promesas de cambio; sin embargo, una fuerza creyente y apasionada emerge de cada uno de los acordes eléctricos que el tipo va tirando (como cachetadas). La voz de Daltrey suena mucho más cerca del triunfo que de la desilusión, aún cuando, al final, canta la lapidaria frase "meet the new boss, same as the old boss". En última instancia intuyo que es esta ambigüedad la que convierte a Won't Get Fooled Again en un manifiesto más complejo y perdurable de lo que superficialmente parece (la comparo con la pacifista Revolution de Lennon). ¿Qué hay detrás de la decepción de la letra? ¿Pete está clamando por una revolución "real"? ¿O asume, con resignación, que ésta es impensable y que ciertas cosas nunca cambian? La primera estrofa es eufórica a más no poder: "We'll be fighting in the streets / With our children at our feet". La segunda empieza a revelar hastío: "And the world looks just the same / And history ain't changed / 'Cause the banners, they all flown in the next war". La tercera ya no tiene vuelta atrás: "And the parting on the left / Is now the parting on the right / And the beards have all grown longer overnight". ¿Y por qué, entonces, en ocho minutos y pico, la canción es una maquinaria aplastante de rock and roll? ¿De dónde sale la fe para elevar tanto ardor? Si algunos tienden a interpretarla más por el lado del conformismo ("no vale la pena luchar por nada porque al final todo da lo mismo"), para mí se trata justmente de todo lo contrario. Won't Get Fooled Again es el incoformismo esencial del rock en su máxima expresión; ya ni la revolución aplaca su sed de algo mejor. En ese grito final de Roger Daltrey - ese aullido antológico que nos paraliza la circulación - se palpa tanta frustración como desafío; y tal vez, detrás de una letra desencantada, la música nos esté diciendo que todavía existe una utopía por la cual seguir cantando, por la cual seguir haciendo rock and roll como éste. Y que sí, nos van a volver a engañar, muchas veces. Ese es el precio de creer.
#4. Since I've Been Loving You - Led Zeppelin
Album: Led Zeppelin III (1970).
Letra y música por John Paul Jones, Jimmy Page & Robert Plant.
Lírica clave: "But baby since I've been loving you I'm about to lose my worried mind".
Fieles a la tradición, los muchachos de Led Zeppelin "se inspiraron" en la letra de un tema de Moby Grape (llamado Never) para grabar este impromptu live-in-the-studio que terminarían convirtiendo en algo así como la mejor pieza de blues de la historia. El mérito está en las notas musicales que, esta vez sin sospechas, son creación legítima de Jimmy Page y compañía. Para reconocer qué es lo que hace de Led Zeppelin una banda grosa grosa, no hace falta mayor testimonio que esta canción del olvidado-pero-ya-no-tanto tercer álbum. Uno los escuchó tanto que ciertas cosas se dan por descontado, pero hay que reparar en la poco obvia intensidad que los tipos le otorgan a una simple improvisación de blues, algo que en manos de cualquiera podría haber sido cosa de rutina. Since I've Been Loving You empieza como perezosa; hasta se escucha chirriar al mal aceitado pedal de John Bonham. De a poco, se va "poniendo". De a poco, va adquiriendo proporciones majestuosas sin más armada que voz, guitarra, batería y órgano. Nada más. John Paul Jones ni siquiera toca el bajo; el único doblado adicional es el arrebatador solo de Page que, aunque ni hace falta recordarlo, es su cúspide como guitarrista. Si hay un instante hermoso en alguna canción de Zeppelin, es aquel en el que el solo explota en una cascada imparable de notas y Plant grita "watch out!" (como diciendo: ojo con lo que viene ahora, no digan que no les avisé). A partir de allí la canción ya se pierde en alturas insalvables: la pasión increíble con la que termina cantando Robert Plant ("I said you had the NERVE to tell me you didn't want me no more"), agonizando de angustia, es para estremecerse. Since I've Been Loving You es un grito primal, desnudo, que no convoca mayor análisis que el de las lágrimas o la tristeza.
#3. Hey Jude - The Beatles
Album: single (1968).
Letra y música por John Lennon & Paul McCartney.
Lírica clave: "The movement you need is on your shoulder".
Cuenta la historia que Paul McCartney escribió Hey Jude en un auto, yendo a visitar a Cynthia Lennon, quien acababa de divorciarse de John luego de que éste se fuera con Yoko Ono. Cuenta la historia que la escribió pensando en Julian, el hijo de Lennon, para consolarlo por la separación de sus padres. Cuenta la historia que cuando, poco después, se la cantó a John, se excusó por la línea "The movement you need is on your shoulder" - prometiendo cambiarla más adelante - y John le respondió que ésa era justo la mejor frase. Cuenta la historia que Lennon, un gran admirador de la canción, siempre sintió que Paul le estaba cantando a él, dándole su consentimiento para entregarse sin reservas al amor de Yoko y de a poco ir abandonando la amistad que los unía. Cuenta la historia que los Beatles la publicaron como single en 1968, con Revolution, de Lennon, en el lado B del vinilo. Cuenta la historia que se convirtió en el más exitoso de la banda, aguantando nueve semanas en el número 1 de los rankings, aún cuando en la época los simples no pasaban de tres minutos y éste duraba siete. Sin embargo ¡qué poco cuenta la historia sobre Hey Jude! A pesar de todo el tiempo que ha pasado, y de lo celebérrima que es la canción, todavía nadie sabe exactamente de qué habla la letra. McCartney pareciera dirigirse a toda la humanidad y a la vez a la fibra más íntima de cada uno de nosotros, para que completemos el sentido desde nuestra experiencia. Una de las cosas que más me apabulla de Hey Jude es que, cuando la escucho, se me pasa lo beatlesco de la canción; es decir, se me olvida que son los putos Beatles con sus instrumentos, sus voces y sus leyendas los que grabaron esto. Es como si Hey Jude se hubiera desvinculado de sus creadores, como si se alienara de la mundana poiésis. Mi teoría es que la canción existió siempre y solo escogió el momento preciso para revelarse a través de una banda de rock, disfrazada de autoría. El primer segmento podría haber pasado como una balada comercial más - de esas que McCartney componía tirándose un pedo - de no ser por el maravilloso tono elegíaco que adquiere la voz de Paul y la melodía. Hay algo espiritual, hay una cualidad extrañamente eterna en esas notas. ¿Y qué voy a poder decir de la inmensa coda de cuatro minutos que no se haya dicho hasta hoy? Nada, porque en esos alaridos victoriosos de McCartney emanan el profundo dolor de la pérdida, el animarse a amar nuevamente, la necesidad imperiosa de levantarse y de seguir adelante. La vida misma. Allí es donde yace el corazón de la canción más universal jamás imaginada.
#2. Desolation Row - Bob Dylan
Album: Highway 61 Revisited (1965).
Letra y música por Bob Dylan.
Lírica clave: "All these people that you mention, yes, I know them, they're quite lame; I had to rearange their faces and give'em all another name".
Si la genialidad de Highway 61 Revisited pudiera - ojalá - resumirse en un solo gesto, éste sería el de concluir un álbum eléctrico hasta el tuétano con una épica acústica de once minutos y medio de duración. Pero ¿solo de eso se trata Desolation Row? La mayoría de las letras de Bob Dylan hacia 1965-66, y ésta en particular, son tan enrevesadas que la gimnasia habitual de interceptar metáforas puede convertirse en una peligrosa acrobacia ¿Y qué si Dylan tan sólo está jugando con ciertas palabras inglesas y el ingenio? Hace poco leí por Internet una definición que me pareció estupenda: Desolation Row es teatro para la mente. Exactamente de eso se trata. No importa tanto si existen mensajes oscurridizos en las conjunciones o si hay referentes enmascarados en los personajes. Sí importa la imaginación, importa la fantasía, importa ese extraño lugar que no sabemos bien dónde está; en donde venden postales de los ahorcados y pintan los pasaportes de marrón; en el que todos están haciendo el amor o bien esperando que llueva; en donde a medianoche salen los agentes a redar a todo aquel que sabe más que ellos; en el que todos gritan "¿De qué lado estás?" mientras el Titanic navega al amanecer. Cada momento lírico es asombrosamente perfecto en su poesía. Poesía que puede ser tan absurda como turbia o bella, pero siempre evocativa; Dylan logra que cada imagen se nos dibuje en la mente como un recuerdo, como si nosotros también hubiéramos, alguna vez, estado - o soñado estar - allí. Porque mi sospecha siempre fue la misma: de alguna manera Desolation Row es un lugar al que cualquiera pertenece. Todos formamos parte, pienso, de esta extraña comunidad de perdedores, payasos y próceres (a los que Dylan tuvo que "rearrange their faces and give them all another name") que, desfilando eternamente por la calle de la desolación, no son más que almas extraviadas en el carnaval sin fin de la vida. Bob Dylan el músico, el poeta, el dramaturgo, el pintor - el artista - sólo nos está soñando desde alguna cama de hotel.
#1. Gimme Shelter - The Rolling Stones
Album: Let It Bleed (1969).
Letra y música por Mick Jagger & Keith Richards.
Lírica clave: "I tell you love, sister, is just a kiss away".
Solo bastan los primeros quince segundos de Gimme Shelter para comprender que estamos ante la mejor canción de rock de todos los tiempos. Es difícil imaginar un comienzo más siniestro, con ese ulular escalofriante que llega hasta los huesos y esa carga de tensión poco explicable que se aviene desde el horizonte, como una tormenta en las guitarras (¿es un riff? ¿un arpegio? ¿un rasguido? ¿cómo se toca eso?). Esa magnífica orquestación, en la que cada compás adquiere un nuevo volumen de intensidad y negrura, es apenas un prólogo para el rock n'roll más hardcore que se pueda concebir. Las borrosas guitarras trituran de fondo como un holocausto; la armónica distorsionada es la hemorragia de una bestia herida; los golpes de batería de Charlie Watts - tam, tam, TAM! - son como puñaladas en la garganta y la voz de Mick Jagger, casi sepultada entre tanto infierno, timonea un alarido desfigurado que apenas se entiende. El artífice de todo esto es, lógico, Keith Richards. Él solo, inspirado por vaya uno a saber qué tentempiés psicológicos, apiló guitarras hasta hacer germinar este sonido de blues caleidoscópico, embrujado. Pero dado que con eso no era suficiente, en medio de las sesiones alguien dijo: "me pinta una voz de mujer", y llamaron a Marry Clayton, en cuyo solo vocal canta con tanta entrega que la voz se le quiebra cual media corrida: otro momento para la piel de gallina y van... "War, children, is just a shot away!" cantan juntos en la apoteosis del tema, y no hay lugar para segundas lecturas; Gimme Shelter, este Heart Of Darkness del rock, escenifica como ninguna otra canción el horror más primario que puede sentir el hombre ante una violencia que lo supera. Y aún así, la enigmática vuelta de tuerca del final ("Love, sister, is just a kiss away") pareciera sugerir una luz al final del túnel. Es un mundo grande y terrible, pero aún entre la amenaza constante está el resquicio para encontrar el amor de alguien. Ese es el chiste de vivir acá, conjeturo.
Album: Remain In Light (1980).
Letra y música por David Byrne, Brian Eno & Talking Heads.
Lírica clave: "The world moves on a woman's hip".
No se puede refutar: el mundo se mueve sobre las caderas de una mujer, y punto. Acaso una de las conclusiones filosóficas más jugosas (o sexys) que aparecen en un tema rock. Pero pará; ¿Alguien dijo "rock"? Hay que ser atrevido para poner etiquetas de esa calaña ("tema", "rock") a esta telekinesis inverosímil de polifonías, ritmos de jungla y vaya uno a saber qué otros artilugios. Remain In Light es uno de esos álbumes tan influyentes que, paradójicamente, nadie ha podido imitar jamás. Ni falta hace; que se haya publicado en 1980 en este caso no pasa de mera anécdota, porque es un álbum que gira más allá del tiempo terrestre. Algún oyente ávido de anclajes encontrará asociaciones con la actual música electrónica; otros con el movimiento world-music o tal vez con el muy posterior trip-hop. Pero al fin y al cabo lo que triunfa sobre la palabra es la confusión y la música. En The Great Curve David Byrne comienza declamando que "sometimes the world has a load of questions / seems like the world knows nothing at all". Una de esas preguntas, diría yo, es qué estaban pensando los flacos éstos al pergeñar tan inhumano groove, que arranca por el lado del funk para culminar en un mantra glorioso de voces y un par de alocados solos invitados de Adrian Belew. ¿Cómo lo hicieron? ¿Cómo se les ocurrió? Parece que el mundo, realmente, no sabe nada. Lo mejor es parar de hacer preguntas, subir el volumen bien alto, ajustarse los cinturones y dejarse zarandear por este mamotrético diluvio de asteroides. Inolvidable.
#9. Sheep - Pink Floyd
Album: Animals (1977).
Letra y música por Roger Waters.
Lírica clave: "Have you heard the news? The dogs are dead!".
El inicio de Sheep es una perfecta acuarela de la engañosa calma que antecede a la tormenta. "Only dimly aware of a certain unease in the air" vocifera Waters en la primera estrofa; acaso no haya mejor analogía musical que los teclados de Wright y el pulso de Waters surgiendo de fondo como un espectro intranquilo. Todavía me acuerdo de la exacta primera vez en la que escuché esa intro: "acá va a haber bardo", pensé. Y tenía razón. Solo una banda como Pink Floyd es capaz de crear un clima tan poderoso con el mínimo de recursos, y este sanguinario epílogo de Animals está entre los mejores ejemplos. Porque Sheep, si nos ponemos a analizar, es poco más que pura textura. Ahora bien, ¡qué textura!. La simpleza de la composición es tan llamativa como la escandalosa maestría de estos tipos para articular cada sonidito en el momento preciso - de tal forma que, diría Borges (a quien, se rumorea, le gustaba mucho Floyd), parecen articular directamente el momento, siendo el sonido mera extensión material del mismo. Los micro-instantes sublimes que se encuentran aquí son tantos, que enumerándolos terminaríamos "narrando" la canción entera. Lo importante, lo realmente importante, es esa tensión asfixiante que van montando, para largar todo en una catarsis guitarrera final que nos arranca el corazón. Como ha ocurrido ya con otras canciones de la lista, la cosa pierde buena parte de su peso fuera del contexto del brillante Animals, en el que Waters imagina a la madre de todas las revoluciones aniquilando por fin al capitalismo. Cuánto faltará para eso, quién lo sabe; solo se me ocurre que Sheep sirve muy bien de metáfora para la acumulación de mierda que década tras década propicia este "fin de la historia", hasta que un día (un siglo) la cuerda se va a cortar y cada uno a correr por lo suyo. Para entender entonces de qué se trata el asunto, aconsejo dejar de leer ahora mismo y remitirse, otra vez, al mejor álbum de Pink Floyd (que imagino ya han escuchado todos, como corresponde). En mi defensa, puedo esgrimir que no he incurrido en la travestía del compilado Echoes, que la incluye a costa de la infamia de ¡EDITARLA! ¿A quién se le ocurre editar la perfección? ¡Pues a los mismos miembros de Pink Floyd, claro! El dinero todo lo puede. Solo se lo perdono a Roger por haberla incluido en el setlist de su última gira y haber llenado River de oscuridad y miedo, para mi deleite.
#8. Marquee Moon - Television
Album: Marquee Moon (1977).
Letra y música por Tom Verlaine.
Lírica clave: "All this time with the marquee moon, but just waitin'".
¿Por qué termino optando por el tema titular cuando muy bien podría haber escogido Elevation (como sugirió Corvino), Friction (casi, casi) o Venus? ¿Es solo por bautizar con su nombre a uno de los álbumes más orgásmicos jamás grabados? ¿Es solo porque es más larga y, por lo tanto, tiene ese regusto épico que correspondería a un top-ten ambicioso como éste? ¡Probablemente! En realidad no tengo ni idea. Es una canción perfecta, pero lo mismo puede decirse del resto del disco; tomémosla entonces como una elección de carácter aleatorio para representar a una de esas bandas y a uno de esos álbumes que previsiblemente iban a terminar apareciendo entre las diez primeras de la lista. Yo quería ser original, pero llega un punto donde ya no se puede. Desde la misma hora cero en la que comienza el riff, esa dialéctica guitarrera entre el Marx y el Engels del rock (Verlaine y Lloyd), queda bastante claro que esto será cosa de una vez en la vida. Hasta mi viejo entró una vez a mi cuarto, mientras Marquee Moon sonaba a todo culo, y me dijo: "che, esto es bueno". Mi viejo, que no oye más que ruido en todo lo que no sea Pink Floyd, Piazzolla o Beethoven. Verdaderamente es poco lo que se me ocurre para decir sobre esta perfecta obra de arte, que incorpora influencias de la psicodelia y el garage-rock de los 60's, barnizándolas con una capa de refinamiento compositivo inédito. La parte media instrumental; el descomunal solo de Tom Verlaine y su celestial disolución entre aleteos y milagros, está entre los momentos más trascendentales de la música del siglo XX. Once minutos se hacen casi que demasiado poco; para escuchar con la luz apagada y la mente encendida.
#7. Tin Soldier - The Small Faces
Album: single (1967).
Letra y música por Ronnie Lane & Steve Marriott.
Lírica clave: "I'm a little tin soldier that just wants to jump into your fire".
Steve Marriott había empezado a cocinar este temita para que lo cantara P.P. Arnold (una artista de gospel de la época), pero le terminó saliendo tan bien que al final decidió quedárselo para él y su banda, los Small Faces (aunque Arnold aparece haciendo coros). El resultado: un clásico de todos los tiempos que, por desgracia o por fortuna, casi nunca se lo reconoce en su justa dimensión. A los que alguna vez fuimos niños quizá nos hayan contado un cuento de Andersen llamado "El soldadito de plomo", una desgarradora fábula - algo psicodélica también - en la que dos jueguetes enamorados, tras varios desencuentros, deben inmolarse en el fuego de una estufa para realizar plenamente su amor. Inspirado por esa mágica (y trágica) conclusión, Marriott nos brinda una de las canciones románticas más ardorosas y urgentes jamás concebidas. "I am a a little tin soldier that wants to jump into your fire" canta en el comienzo, y el sentimiento en su voz - hablamos de un cantante del carajo - arde ya con una pasión difícil de asimilar. El resto de este fulminante rocker (el riff es tan antológico que los Stones lo imitaron en su semi-hit Heartbreaker) no hace más que aumentar y aumentar y aumentar; la sensación de abandono se va completando hasta explotar en un final que me deja estupefacto cada vez. Si algo parece quedar claro - en la canción y en el cuento - es que amar de verdad implica desintegrarse por completo. Y hay que tener huevos. Marriott se tomó el mensaje tan a pecho que, en 1991, efectivamente murió quemado al incendiarse su casa por accidente. ¿Casualidad? Difícilmente; más bien pienso en los extraños vaivenes del destino, que en este caso hacen a Tin Soldier vivir y retumbar más que nunca.
#6. Riders On The Storm - The Doors
Album: L.A. Woman (1971).
Letra y música por John Densmore, Robbie Krieger, Ray Manzarek & Jim Morrison.
Lírica clave: "Into this house we're born, into this world we're thrown".
Riders On The Storm es la despedida oficial de Jim Morrison de la música grabada. Nada menos. Hasta último momento los Doors siguen explorando los más lejanos páramos del rock y la psiquis humana, retomando la cenagosa senda de opus como The End, When The Music's Over o The Soft Parade con un estilo mucho más "lounge" y jazzero pero no por eso menos perturbador. Los inquietantes fraseos de Morrison ("There's a killer on the road / His mind is squirmin' like a toad") son hábilmente doblados por un susurro fantasmagórico que congela la sangre, como si el tipo cantara a dúo con el propio espectro en el que pronto se iba a convertir; Roby Krieguer no se queda atrás y ameniza con un par de carnosos lenguetazos de guitarra a la Morricone; John Densmore regula sístole y diástole con el más impecable swing. Pero la vedette de la noche - porque este tema indudablemente ocurre de noche (y con lluvia, claro está) - es Ray Manzarek y ese legendario solo de teclado rhodes, una delicatessen sonora que podría escuchar treinta veces seguidas sin pestañear. Entre tanto; ¿quiénes son estos misteriosos jinetes en la tormenta?, ¿quiénes son estas figuras ecuestres que aparecen y desaparecen bajo ominosas cortinas de lluvia? Tal vez seamos nosotros mismos, seres perdidos en la inmensidad del universo taciturno, yendo para donde podemos, sin ver, sin siquiera adivinar cuál es el futuro y con la muerte aguardando, seguro, a la vuelta de cada recodo (lo cual fue tan cierto para Jim como lo es para todos los demás). Tal vez solo esté alucinando. Lo cual no deja de ser apropiado: porque sí, porque es una canción alucinante.
#5. Won't Get Fooled Again - The Who
Album: Who's Next (1971).
Letra y música por Pete Townshend.
Lírica clave: Meet the new boss, same as the old boss
Hay algo profundamente irónico en Won't Get Fooled Again; para ser un himno al escepticismo, la banda le pone bastante convicción. Townshend advierte al mundo que ya no serán engañados otra vez con falsas revoluciones y promesas de cambio; sin embargo, una fuerza creyente y apasionada emerge de cada uno de los acordes eléctricos que el tipo va tirando (como cachetadas). La voz de Daltrey suena mucho más cerca del triunfo que de la desilusión, aún cuando, al final, canta la lapidaria frase "meet the new boss, same as the old boss". En última instancia intuyo que es esta ambigüedad la que convierte a Won't Get Fooled Again en un manifiesto más complejo y perdurable de lo que superficialmente parece (la comparo con la pacifista Revolution de Lennon). ¿Qué hay detrás de la decepción de la letra? ¿Pete está clamando por una revolución "real"? ¿O asume, con resignación, que ésta es impensable y que ciertas cosas nunca cambian? La primera estrofa es eufórica a más no poder: "We'll be fighting in the streets / With our children at our feet". La segunda empieza a revelar hastío: "And the world looks just the same / And history ain't changed / 'Cause the banners, they all flown in the next war". La tercera ya no tiene vuelta atrás: "And the parting on the left / Is now the parting on the right / And the beards have all grown longer overnight". ¿Y por qué, entonces, en ocho minutos y pico, la canción es una maquinaria aplastante de rock and roll? ¿De dónde sale la fe para elevar tanto ardor? Si algunos tienden a interpretarla más por el lado del conformismo ("no vale la pena luchar por nada porque al final todo da lo mismo"), para mí se trata justmente de todo lo contrario. Won't Get Fooled Again es el incoformismo esencial del rock en su máxima expresión; ya ni la revolución aplaca su sed de algo mejor. En ese grito final de Roger Daltrey - ese aullido antológico que nos paraliza la circulación - se palpa tanta frustración como desafío; y tal vez, detrás de una letra desencantada, la música nos esté diciendo que todavía existe una utopía por la cual seguir cantando, por la cual seguir haciendo rock and roll como éste. Y que sí, nos van a volver a engañar, muchas veces. Ese es el precio de creer.
#4. Since I've Been Loving You - Led Zeppelin
Album: Led Zeppelin III (1970).
Letra y música por John Paul Jones, Jimmy Page & Robert Plant.
Lírica clave: "But baby since I've been loving you I'm about to lose my worried mind".
Fieles a la tradición, los muchachos de Led Zeppelin "se inspiraron" en la letra de un tema de Moby Grape (llamado Never) para grabar este impromptu live-in-the-studio que terminarían convirtiendo en algo así como la mejor pieza de blues de la historia. El mérito está en las notas musicales que, esta vez sin sospechas, son creación legítima de Jimmy Page y compañía. Para reconocer qué es lo que hace de Led Zeppelin una banda grosa grosa, no hace falta mayor testimonio que esta canción del olvidado-pero-ya-no-tanto tercer álbum. Uno los escuchó tanto que ciertas cosas se dan por descontado, pero hay que reparar en la poco obvia intensidad que los tipos le otorgan a una simple improvisación de blues, algo que en manos de cualquiera podría haber sido cosa de rutina. Since I've Been Loving You empieza como perezosa; hasta se escucha chirriar al mal aceitado pedal de John Bonham. De a poco, se va "poniendo". De a poco, va adquiriendo proporciones majestuosas sin más armada que voz, guitarra, batería y órgano. Nada más. John Paul Jones ni siquiera toca el bajo; el único doblado adicional es el arrebatador solo de Page que, aunque ni hace falta recordarlo, es su cúspide como guitarrista. Si hay un instante hermoso en alguna canción de Zeppelin, es aquel en el que el solo explota en una cascada imparable de notas y Plant grita "watch out!" (como diciendo: ojo con lo que viene ahora, no digan que no les avisé). A partir de allí la canción ya se pierde en alturas insalvables: la pasión increíble con la que termina cantando Robert Plant ("I said you had the NERVE to tell me you didn't want me no more"), agonizando de angustia, es para estremecerse. Since I've Been Loving You es un grito primal, desnudo, que no convoca mayor análisis que el de las lágrimas o la tristeza.
#3. Hey Jude - The Beatles
Album: single (1968).
Letra y música por John Lennon & Paul McCartney.
Lírica clave: "The movement you need is on your shoulder".
Cuenta la historia que Paul McCartney escribió Hey Jude en un auto, yendo a visitar a Cynthia Lennon, quien acababa de divorciarse de John luego de que éste se fuera con Yoko Ono. Cuenta la historia que la escribió pensando en Julian, el hijo de Lennon, para consolarlo por la separación de sus padres. Cuenta la historia que cuando, poco después, se la cantó a John, se excusó por la línea "The movement you need is on your shoulder" - prometiendo cambiarla más adelante - y John le respondió que ésa era justo la mejor frase. Cuenta la historia que Lennon, un gran admirador de la canción, siempre sintió que Paul le estaba cantando a él, dándole su consentimiento para entregarse sin reservas al amor de Yoko y de a poco ir abandonando la amistad que los unía. Cuenta la historia que los Beatles la publicaron como single en 1968, con Revolution, de Lennon, en el lado B del vinilo. Cuenta la historia que se convirtió en el más exitoso de la banda, aguantando nueve semanas en el número 1 de los rankings, aún cuando en la época los simples no pasaban de tres minutos y éste duraba siete. Sin embargo ¡qué poco cuenta la historia sobre Hey Jude! A pesar de todo el tiempo que ha pasado, y de lo celebérrima que es la canción, todavía nadie sabe exactamente de qué habla la letra. McCartney pareciera dirigirse a toda la humanidad y a la vez a la fibra más íntima de cada uno de nosotros, para que completemos el sentido desde nuestra experiencia. Una de las cosas que más me apabulla de Hey Jude es que, cuando la escucho, se me pasa lo beatlesco de la canción; es decir, se me olvida que son los putos Beatles con sus instrumentos, sus voces y sus leyendas los que grabaron esto. Es como si Hey Jude se hubiera desvinculado de sus creadores, como si se alienara de la mundana poiésis. Mi teoría es que la canción existió siempre y solo escogió el momento preciso para revelarse a través de una banda de rock, disfrazada de autoría. El primer segmento podría haber pasado como una balada comercial más - de esas que McCartney componía tirándose un pedo - de no ser por el maravilloso tono elegíaco que adquiere la voz de Paul y la melodía. Hay algo espiritual, hay una cualidad extrañamente eterna en esas notas. ¿Y qué voy a poder decir de la inmensa coda de cuatro minutos que no se haya dicho hasta hoy? Nada, porque en esos alaridos victoriosos de McCartney emanan el profundo dolor de la pérdida, el animarse a amar nuevamente, la necesidad imperiosa de levantarse y de seguir adelante. La vida misma. Allí es donde yace el corazón de la canción más universal jamás imaginada.
#2. Desolation Row - Bob Dylan
Album: Highway 61 Revisited (1965).
Letra y música por Bob Dylan.
Lírica clave: "All these people that you mention, yes, I know them, they're quite lame; I had to rearange their faces and give'em all another name".
Si la genialidad de Highway 61 Revisited pudiera - ojalá - resumirse en un solo gesto, éste sería el de concluir un álbum eléctrico hasta el tuétano con una épica acústica de once minutos y medio de duración. Pero ¿solo de eso se trata Desolation Row? La mayoría de las letras de Bob Dylan hacia 1965-66, y ésta en particular, son tan enrevesadas que la gimnasia habitual de interceptar metáforas puede convertirse en una peligrosa acrobacia ¿Y qué si Dylan tan sólo está jugando con ciertas palabras inglesas y el ingenio? Hace poco leí por Internet una definición que me pareció estupenda: Desolation Row es teatro para la mente. Exactamente de eso se trata. No importa tanto si existen mensajes oscurridizos en las conjunciones o si hay referentes enmascarados en los personajes. Sí importa la imaginación, importa la fantasía, importa ese extraño lugar que no sabemos bien dónde está; en donde venden postales de los ahorcados y pintan los pasaportes de marrón; en el que todos están haciendo el amor o bien esperando que llueva; en donde a medianoche salen los agentes a redar a todo aquel que sabe más que ellos; en el que todos gritan "¿De qué lado estás?" mientras el Titanic navega al amanecer. Cada momento lírico es asombrosamente perfecto en su poesía. Poesía que puede ser tan absurda como turbia o bella, pero siempre evocativa; Dylan logra que cada imagen se nos dibuje en la mente como un recuerdo, como si nosotros también hubiéramos, alguna vez, estado - o soñado estar - allí. Porque mi sospecha siempre fue la misma: de alguna manera Desolation Row es un lugar al que cualquiera pertenece. Todos formamos parte, pienso, de esta extraña comunidad de perdedores, payasos y próceres (a los que Dylan tuvo que "rearrange their faces and give them all another name") que, desfilando eternamente por la calle de la desolación, no son más que almas extraviadas en el carnaval sin fin de la vida. Bob Dylan el músico, el poeta, el dramaturgo, el pintor - el artista - sólo nos está soñando desde alguna cama de hotel.
#1. Gimme Shelter - The Rolling Stones
Album: Let It Bleed (1969).
Letra y música por Mick Jagger & Keith Richards.
Lírica clave: "I tell you love, sister, is just a kiss away".
Solo bastan los primeros quince segundos de Gimme Shelter para comprender que estamos ante la mejor canción de rock de todos los tiempos. Es difícil imaginar un comienzo más siniestro, con ese ulular escalofriante que llega hasta los huesos y esa carga de tensión poco explicable que se aviene desde el horizonte, como una tormenta en las guitarras (¿es un riff? ¿un arpegio? ¿un rasguido? ¿cómo se toca eso?). Esa magnífica orquestación, en la que cada compás adquiere un nuevo volumen de intensidad y negrura, es apenas un prólogo para el rock n'roll más hardcore que se pueda concebir. Las borrosas guitarras trituran de fondo como un holocausto; la armónica distorsionada es la hemorragia de una bestia herida; los golpes de batería de Charlie Watts - tam, tam, TAM! - son como puñaladas en la garganta y la voz de Mick Jagger, casi sepultada entre tanto infierno, timonea un alarido desfigurado que apenas se entiende. El artífice de todo esto es, lógico, Keith Richards. Él solo, inspirado por vaya uno a saber qué tentempiés psicológicos, apiló guitarras hasta hacer germinar este sonido de blues caleidoscópico, embrujado. Pero dado que con eso no era suficiente, en medio de las sesiones alguien dijo: "me pinta una voz de mujer", y llamaron a Marry Clayton, en cuyo solo vocal canta con tanta entrega que la voz se le quiebra cual media corrida: otro momento para la piel de gallina y van... "War, children, is just a shot away!" cantan juntos en la apoteosis del tema, y no hay lugar para segundas lecturas; Gimme Shelter, este Heart Of Darkness del rock, escenifica como ninguna otra canción el horror más primario que puede sentir el hombre ante una violencia que lo supera. Y aún así, la enigmática vuelta de tuerca del final ("Love, sister, is just a kiss away") pareciera sugerir una luz al final del túnel. Es un mundo grande y terrible, pero aún entre la amenaza constante está el resquicio para encontrar el amor de alguien. Ese es el chiste de vivir acá, conjeturo.
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21 comentarios:
Sobre el ranking, más allá de algunos desacuerdos y omisiones respecto de mi gusto personal, poco tengo que decir; denota un gusto musical refinado, variado y sinuoso.
Espero que de las decenas de discos que nombraste muchos sean piezas de una colección y no una sucesión de unos y ceros.
Por último, me quedé pensando en el comentario de "Sheep", que forma parte del que considerás mejor disco de Floyd.
Pocos discos retratan la mierda tal cual es. Tengo un amigo con el cual al referirnos a Animals, decimos "la mierda". En muchos aspectos, Floyd, y ese disco en particular, han sido bastante más punks que unos cuantos que se precian como tales.
Saludos y salud!
Le atiné a 8 de 10 y como fuí el primero en mencionarlas juntas, merezco el lavarropas no?
Y bien, bonita la lista, aunque a pesar de tanta expectación no hubo sorpresas, pero me imagino que con estas cosas no se juega.
Lástima la regla de tres canciones por artista, que terminó limitando la lista a un sentido "abarcativo" y "representativo".
Algunas de mis favoritas que no estuvieron: Happiness is a warm gun, Visions of Johanna, Days, A day in the Life, Once in a Lifetime, A song for Europe, It's Alright Ma, Venus in Furs, Paranoid Android, Bigmouth Strikes Again, Pretty Ballerina, Ballad of a thin Man y un largo etcétera. Obviamente, 100 canciones son demasiado pocas y estoy seguro que se podría hacer otra lista de 100 canciones distintas igual de satisfactoria y espectacular.
En todo caso, le recomendaría esta lista a cualquier persona que desee entrar al mundo del rock, pues como guía inicial está genial y suficientemente autoritaria.
Eso si, nada de Blur, Kraftwerk, CSN, Can, The Band, The Zombies, Yardbirds, 10cc, XTC, Ramones... Uff...
Claro que no se puede poner a todos, sobretodo si hay que hacerle espacio a los gun's and roses y a the cure...
:)
Muy buena lista, te felicito. Y gran final. De pura casualidad ahora mismo:
As: Desolation Row - Bob Dylan.
Atte: Juan Ramón Velázquez Mora.
Buenas!
Perry: muchos son parte de una colección, y muchos otros son parte de una colección de... ceros y unos. Como dije en mi vieja diatriba anti mp3, tampoco se puede nadar contra la corriente por mucho tiempo.
Daniel: muchas bandas de mi preferencia tuvieron que quedar afuera, y eso que hice la lista lo más abarcativa que pude. Era inevitable. Temas como Venus in Furs, Paranoid Android e It's Alright Ma estuvieron a punto de aparecer, lo juro. En cuanto a las bandas que mencionás, no extraño mucho a ninguna excepto a Can, obvio. Pero de Can ¡o no ponía nada o ponía todo!
Te ganaste el ciclomotor; el lavarropas va para el misterioso anónimo.
Impresionante y hermosa lista, sin duda.
Yo no podría dejar afuera canciones que significan más para mí desde lo emocional que desde lo racional (tres ejemplos al azar: "Drunk on the Moon" de Waits, "Matte Kudasai" de Crimson o "Brothers in Arms" de los Straits) pero justamente es algo que también admiro de esta lista: tu relativa frialdad crítica para evaluar la música más allá de vivencias personales y recuerdos intransferibles, algo de lo que yo no sería capaz.
Desde la misma perspectiva, hay bandas incontestables de cuyos temas hubiera cambiado las elecciones o su ordenamiento, especialmente Beatles y Zeppelin... aunque todavía no encontré a nadie que comparta mi fascinación por esa cosa machacosa llamada "Trampled Underfoot" que continúa retumbando en mi cabeza horas después de haberla escuchado. Además, en una lista tan extensa y ecléctica como ésta yo le haría un lugarcito aunque sea allá por los bajos fondos, entre los que pelean el descenso, a algún espécimen de buen blues dixie como Vaugham & Double Trouble (tengo un par de candidatos, entre los de aquellas lejanías, para jugar esa promoción).
Pero todo esto es pura basura, claro, y lo único importante para decir acá es lo del principio: ¡Impresionante tu lista, y gracias!
PD necesaria: ojo que el link que debería llevar a las canciones 10-6 lleva otra vez al download de las 20-11.
Aunque como con toda lista todos tendremos diferencias, la verdad ha quedado bastante interesante la lista, sobretodo por acompañar cada una con un texto y no limitarte tan solo a mencionarlas. Muy bien hecha.
Eso sí, hubieras puesto más canciones de Punk!!! joder.
Y debo reconocer que mi esperanza de ver a Pulp en la lista desapareció allá por los puestos 40 y 50, snif, ellos merecerían estar en todo top 10 :(
Oye, no estaría bien que hicieras una minilista de canciones que estuvieron cerca de ser incluídas?, sin necesidad de acompañarlas de un párrafo, sólo para saber quiénes estuvieron cerca de la gloria y verificar si son ciertos los rumores de que Metallica estuvo a punto de colarse pero te dio pena traicionar tus pasados ideales :p
Chino: a mí también me hubiera gustado algo de Wire, pero no encontré LA canción para poner. Es una banda más de álbumes. Confieso que en algunos estados embrionarios de la lista figuraba "I am the fly", sí señor.
1+: comparto tu apreciación especial por "Matte Kudasai"; si no entró fue por una cuestión de cupos. Ojalá 100 fuera un número mucho mayor. También me fascina "Trampled Underfoot", pero con Zeppelin dejé tantas afuera ("No Quarter"!) que ni me hagas acordar; al menos sí puse "Superstition" de Stevie Wonder que es, digamos, "la original" (jeje).
El tema con las vivencias personales es relativo; la mayoría de estas canciones tienen para mí asociaciones y significados bastante fuertes en mi vida y esa fue, en gran medida, la razón de su elección. No ahondé mucho en describir esas cosas íntimas porque quise hacer hincapié en los atractivos universales, es decir, tratar de enganchar al lector con cosas que le pasan a todo el mundo y no solamente a mí.
Gracias por notar el error de los links, ya lo arreglé.
PD para Daniel... Reemplazá "Waiting For The Man" por "Venus In Furs" y esa lista también la firmo. Es lo mismo.
OK... A pedido de Bigmouth: "Cerca de la gloria", las que quedaron nominadas y se fueron de la casa:
Beatles - Lady Madonna
Zeppelin - No Quarter
CSN - Woodstock
Wire - I Am The Fly
Pink Floyd - Wish You Were Here
Joni Mitchell - Song For Sharon
Pulp - Babies
Ramones - Judy Is A Punk
Television - Friction
Elton John - The Bitch Is Back
Leonard Cohen - Joan Of Arc
George Harrison - Beware Of Darkness
Cream - White Room
VU - Venus In Furs
Radiohead - Paranoid Android
Wings - 1985
The Doors - The End
Peter Gabriel - I Have The Touch
Tori Amos - Precious Things
Talking Heads - Life During Wartime
Depeche Mode - Enjoy The Silence
Kraftwerk - Robots
The Cure - Friday I'm In Love
Dylan - It's Alright Ma
BUENO BASTA! ME HARTE DE ESTAS LISTAS DE MIERDA!
Parece que hay varios en contra de los Guns n' Roses. Hay que ver quién se anima a defenderlos (yo ya lo hice, me retiro).
Oh!!!!! Casi lloro...
bueno no tanto pero esta última parte emociono, sobretodo por esperarlas... jejeje, excepto la de los small faces, que aun no los tengo integrados en mi discografia, pero vale la pena.
Aunque yo pondría Desolation Row en primer lugar... pero eso ya son gustos personales, el top ten está perfecto. Lo hago sobretodo por la frase : Right now I can read too good, don't send me no more letters, no, not unless you mail them from Desolation Row. Es el final perfecto para este teatro. De Pink Floyd me hubiese quedado con Dogs... o mejor, con todo el álbum. Y la de los Talking Heads, me parece bien, aunque prefiera Born Under Punches.
Y sí, también noté la omisión de Can, aunque yo mismo no sabría que tema elegir (emmm, quizá Future Days?).
Ah, esperava para el top ten Jealous Guy de Lennon.
Excelente la lista en su totalidad. Más allá de algún que otro desacuerdo, pero me acercó a algunas bandas o canciones que de otras manera quizás no hubiese conocido, así que lo agradezco también por ese lado.
Hey Jude, estoy en condiciones de decir que la odio pero bueh. Lo mismo con Yesterday o Let It Be. Me hartan, aunque son grandísimas canciones :S
Las fundamentaciones de la eleccción de cada canción están a la altura de las canciones, fenomenales.
Saludos.
Bueno, considero que es ta lista es bastante subjetiva, como todo en la vida.
Debido a eso creo que no refleja el verdadero espíritu del rock & roll... Por que en donde no esté una Thick as a Brick, una Like a Rolling Stone o una Starway to Heaven, no está la objetividad ni nada que se le parezca.
Como algo subjetivo: bien. Como algo objetivo: muy mal.
Salu2
Hay problemas en la aduana. Para envíar el ciclomotor a El Salvador me cobran una fortuna en coimas.
Señor anonimato, aclaré en su momento que no iba a tener en cuenta bodoques de 45 minutos como Thick As A Brick.
¡Yo defiendo a los Guns! Podéis compararlo con grupos metaleros horrendos de los 80 si queréis, pero cuando una canción es grande, es grande y punto (quien dice una dice varias, pero bueno, estamos defendiendo la canción que entró).
Echo en falta algo de Moby Grape, Van Morrison, XTC, Zombies, Steely Dan o Rod Stewart. Pero me ha gustado la inclusión de otros como Tom Waits, Nick Drake y Big Star.
Excelente lista. Lastima por cosas como los Guns o Hey Jude (¿tercer lugar? POR FAVOR!!!)
Y es imposible que no haiga ni un tema de Janis Joplin. Eso fue una desilusion para mi.
Sorpresa muy grata para mi fue encontrar a Sheep y Riders en el top ten. Crei que habias olvidado esas cosas.
Gracias por 16 Shells y Sinnerman. Muy buenos.
Na mas
Ah... siguen habiendo los mismos güeyes de la página que te reclamaban objetividad. Carajo, no hay decencia.
As: London Calling - The Clash.
Atte: Juan Ramón Velázquez Mora.
Espectacular lista. Si menciono algo va a ser lo mismo que dirá cualquiera: tal tema muy alto, tal canción debe ser muy personal porque no parece la gran cosa, etc. Ahora, como primer acercamiento a una serie de fundamentales del rock, es una cosa impresionante. Felicitaciones.
Aparte del comentario sobre artistas que efectivamente están pero no con la canción que hubiese querido (de Stevie Wonder hubiese puesto alguna de Songs in the Key of Life y de Dire Straits hubiese ido directo a su canción más sublime, esto es "Down on the waterline"), me dio algo de lástima el ver totalmente asuente a artistas clásicos como Wire (hubiese puesto "I am the fly"), Richard Hell & The Vodoids ("Blank generation"), The Ramones ("Judy is a punk" hubiese estado muy bien), Janis Joplin ("Ball and chain")...
Y un último comentario, parece ser que le tenés cierta adversión a los músicos más recientes, también es cierto que no escuchaste a tantos (creo que en ese sentido nos complementamos, a mí me falta nutrirme bastante del rock clásico). Pero en los últimos diez años se han producido cosas increíbles, no con el humus creativo de la época 1968-1972, y no, claro que no... pero que las ha habido y que merecen estar, no hay dudas. Sólo algunas:
* Radiohead - Paranoid Android
* Blur - Tender (aunque ya puiste "Hey Jude" :P)
* Flaming Lips - The Spiderbite Song
* Red Hot Chili Peppers - Otherside (la construcción de esta canción -a nivel instrumental y de juegos vocales- es sencillamente sublime)
* White Stripes - Seven Nation Army
La selección, como no podía ser de otra manera, reflejó tus simpatías hacia ciertos géneros (progresivo, hard rock) en detrimento de otros (garage, punk). Pero es algo que está contenido en la propia idea de seleccionar clásicos (por eso nadie esperaría que pongas un tema de Arcade Fire o the Hives, por citar a dos recientes).
En fin, felicitaciones nuevamente.
¡Ah! Otro género considerado menor que ha tenido GRANDES EXPONENTES... el noise-pop
* Jesus and Mary Chain - Head On
* Pixies - Debaser
* Weezer - Undone (The Sweater Song)
Como siempre, Fede, es imposible meter a todos los artistas dignos en una lista tan exigua. Richard Hell, Wire, Joplin (casi meto Ball and Chain, posta)... siempre alguno se te cae del mapa.
Con respeto a los últimos 10 años, no es adversión, sino una sensación de que no hubo cosas muy grosas. Tal vez sea solo una cuestión de perspectiva, y en diez años más te pueda reconocer que "Seven Nation Army" (que me gusta, es realmente digno de esta lista). También son cuestiones muy personales las que entran a jugar, como bien decís (claramente no te voy a convertir a Joni Mitchell en el corto plazo). De todas formas fijate como los temas que das como ejemplo, salvo el de los White Stripes, son todos de los 90 y el de Radiohead (que no puse pero puse Pyramid Song que es del 2001) es de hace once años ya (todo un oldie).
De Blur podría poner "The Universal", pero no me gusta mucho esa banda, honestamente. Me liman, y no necesito Kinks de segunda mano (jaja!).
Los Flamings Lips tienen ese disco excelente, pero me pasa (como me pasó con muchos otros) que tal vez son álbumes muy buenos sin un tema así que diga "esto es realmente especial".
no se la jsalen como q guns n roses no esta tiene q estar en primer lugar se pasan no saben reconoser el vvdero talento
me ataca tu lista. es tremendamente buena. la he leido 3 veces y a lo que llego es que esta mierda de la musica es infinita.....¿donde esta pulp, smashing pumpkins o joy division? y ¿Van morrison o The Beta Band?
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