NOTICIA DE ÚLTIMO MOMENTO: Interpol intensifica la búsqueda de Mano "Invisible" del Mercado, peligrosa villana prófuga desde el siglo XVIII cuando se coló por una hendija de la pintoresca novela de ciencia-ficción intitulada "La Riqueza de las Naciones". Sospechada de propiciar repetidos descalabros vandálicos en balanzas comerciales, índices de precios, bolsas de valores, almacenes de la esquina y bolsillos de pobres pantalones, se le acusa además de mal desempeño en sus funciones, incumplimiento de sus promesas y difusión de ingentes patrañas tales como "el derrame", "la libertad de elegir" y la "ley de oferta-demanda", entre muchas otras. Según expertos del organismo internacional, cuesta bastante seguirle el rastro, ya que nadie la vio por última vez (claro, porque es invisible) con excepción de un par de savants conocidos como un tal Friedman y un tal Hayek, ambos demasiado muertos como para poder testificar. Aunque su máximo golpe - sumamente sangriento - data de 1929, los expertos afirman que volvió a las andanzas en los años 70 y 80 - de la mano de sus secuaces Bonnie "Margarita" y Clyde "Ronaldito" -, y muchos temen que quiera revisitar la escena del crimen en estos precisos días. No por ser harto conocido su modus-operandi deja de ser eficaz. Apadrinada por sus ingenuos peones - conocidos como "los garcas" o "los ratas" (aunque una ínfima minoría adepta al eufemismo y el decoro sigue denominándolos "banqueros") - esta peligrosa villana hace metástasis con un pueril disfraz de sensualidad para luego explotar como dinamita justamente en aquellos tejidos que le dan más albergue y hospitalidad. Los detectives-espías más encumbrados afirman que su nomadismo representa una dificultad no menor para las pesquisas, aunque creen saber que le gusta retozar entre Despachos Vidriados y Campos de Golf de los Estados Fundidos de América, aunque otros aseveran que últimamente ha encontrado una calidez y una complicidad análogas en la otra orilla del Pacífico, donde le han bajado los lienzos de la Gran Muralla y de la Ciudad Prohibida para sentir el incomparable tacto de su invisible dedo mayor en el achinado orificio rectal. Si usted puede proporcionar alguna información, llame de inmediato al 911; estaremos esperando su ayuda casi desesperadamente, antes de que todo lo que usted y yo conocemos se vaya a la mierda.
A la memoria del Prof. Nicolás Casullo
1 comentario:
Jaja muy bueno!
Y qué bueno que volviste al blog!
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